En sólo siete años de vida política Evita entró para siempre en el corazón del pueblo peronista, en la memoria de los argentinos y en la historia universal. 

En sólo siete años, la chica de Los Toldos se convirtió en la Evita inmortal. 

Ella es pasión, es ternura y es desafío.

Es puente entre Perón y los trabajadores, entre la necesidad y el derecho. 

Ella es diálogo auténtico, porque de esas jornadas interminables en donde hablaba cara a cara con los más necesitados surgían soluciones concretas. Ni poses ni falsedades.

Evita es nervio de la revolución y abanderada de los humildes.

Ella era orgullosamente peronista. 

Evita es creación.  

Creó un partido de mujeres y logró un 30% de bancas legislativas antes de la ley de cupo. 

Creó la escuela de enfermeras con rango universitario. 

Creó el hogar de la empleada para las mujeres trabajadoras. 

Creó hogares de tránsito para madres con hijos en situación de vulnerabilidad.

Creó hogares escuela en todo el país para niñas y niños con iguales derechos.

Creó hogares mixtos de ancianos, con terapias laborales.

Creó una forma de comunicación entre el poder y las mujeres, con quienes protagonizó una era de transformaciones. 

Crear es uno de los rasgos identitarios de mayor fuerza del peronismo.  Creamos y recreamos. Somos hacedores porque nunca nos conforman las cosas como están. 

Con ese espíritu innovador inauguramos hace hoy quince años el Museo Evita. Nos propusimos abrir un espacio que preservara su patrimonio, fomentara su investigación histórica y propusiera nuevos abordajes y estudios sobre su vida y obra. 

Comenzamos con el Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón y, poco tiempo después, con el Museo Evita, el 26 de julio de 2002.

Hoy, con mucha satisfacción, podemos afirmar que se convirtió en uno de los museos más visitados de la Argentina.

Es siempre difícil gestionar una institución. Crear, implementar, ordenar y mantener un proyecto es un esfuerzo constante. Así lo entendimos los que nos animamos a llevar adelante este sueño. Así también lo sentimos en la familia Duarte Álvarez Rodríguez, haciendo posible que nuestra colección privada fuera exhibida para que el público visitante pudiera conocer su vida.

Nuestro proyecto es recrearlo permanentemente, hacerlo crecer y encarnar un gran espacio de reflexión y de cultura democrática.

Intentamos, asumiendo su sensibilidad peronista, dar testimonio de su sueño mayor: construir una Argentina unida en el amor y la justicia social.

Hoy, a 65 años de su muerte, la homenajeamos. Si recordar es pasar de vuelta por el corazón, recordar a Evita es descubrirla viva en nuestros corazones. 

Está viva en cada compañera que dice “somos pares”. Viva en cada trabajadora que se esfuerza para salir adelante. Viva en los compañeros que caminan los barrios. Viva en los jóvenes que en la Argentina de Néstor y Cristina volvieron a ser protagonistas.

Evita nos alienta a luchar. A luchar sin desanimarnos. A luchar en todos los frentes. En las ciudades, en los pueblos y en los barrios. A luchar en las fábricas y en las universidades. A luchar en la cultura, en las escuelas y en la familia. A luchar hasta el final sin rendirnos jamás.

Así nos enseñó ella. Así se lucha cuando está en juego la Patria.  

* Diputada. Sobrina nieta de Eva Perón.