En el Banco Central plantean que el dólar en la Argentina es flexible y mantienen firme su posición de no intervenir la plaza cambiaria en forma directa. En las últimas semanas, sin embargo, la estrategia oficial fue mandar a bancos públicos a vender divisas al final de la jornada para desinflar los precios. Los operadores consultados por este diario no descartan que la repitan antes del cierre. 

  En el Gobierno hace más de un mes que buscan generar tranquilidad con el dólar. Los distintos funcionarios del área económica plantearon en repetidas ocasiones que el tipo de cambio no debería preocupar a las familias. El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, y el ministro de Finanzas, Luis Caputo, coincidieron que están tranquilos con esta política cambiaria. Pero la escalada del tipo de cambio ya empezó a generar dificultades para distintos sectores de la población.

  Uno de los principales problemas lo están atravesando los individuos que sacaron un préstamo para compra de vivienda ajustado por UVA. Por ejemplo, los que tomaron la decisión hace tres meses están recibiendo recién ahora el dinero en sus cuentas bancarias. El problema es que las entidades depositan pesos pero las propiedades se compran en dólares. Por lo tanto al momento de cambiar los pesos por dólar el comprador se encuentra con que tiene 16 por ciento menos de dólares que cuando hizo las cuentas para sacar el crédito.

  Los sectores más vulnerables de la población también empezaron a recibir el impacto de la suba del dólar. Por ahora no se conoce el dato oficial de precios de julio. Pero las estimaciones privadas registraron un salto de precios en productos sensibles como la carne. La consultora Elypsis registró que las remarcaciones de la carne vacuna la semana pasada fueron seis veces más elevadas respecto de las registradas en la primera semana de julio. 

  En el mercado empezaron a circular análisis de todo tipo sobre qué pasa con el dólar y por qué no se detiene la suba. Ahora volvió a ponerse de moda un tema que hacía varios meses no se discutía entre los analistas. Los consultores plantean que, más allá de la decisión de la autoridad monetaria, que no quiere intervenir en la plaza cambiaria, el problema es que no tiene herramientas para hacerlo. Indican que las reservas internacionales son en gran parte dólares de la deuda y que hay muy pocas divisas genuinas. Incluso le pasaron la factura a Sturzenegger por haber renovado el swap de monedas con China. “Antes decían que eran papelitos de colores pero ahora se renovó el swap por 11 mil millones de dólares como si fuera una prioridad de Estado y encima se celebró en conferencia de prensa”. Esa es una de las frases repetidas con ironía en la city.