Hay jugadas que marcan para siempre las carreras de los deportistas, para bien y para mal. En el básquet, una de las acciones que cada tanto se repite y se inscribe en la categoría de recuerdos ingratos es el error de pedir un tiempo muerto cuando el equipo ya no tiene, lo que deriva en un tiro libre y posesión para el rival. Esta vez le tocó al ya legendario base de los Golden State Warriors, Stephen Curry, a quien se le cruzaron los cables en el cierre de un partido crucial ante los Sacramento Kings por los playoffs de la NBA y casi les cuesta el triunfo (126 a 125 final) a los suyos. Pero para su buena suerte, la cosa terminó en anécdota.

A falta de 42 segundos para el final y con los Warriors arriba por 5 puntos para intentar igualar la serie a dos triunfos por lado, Curry se vio acorralado por un par de rivales y optó por no arriesgar a perder la pelota en campo propio, por lo que pidió un tiempo muerto. Al tratarse del jugador que cambió el juego en este siglo por su habilidad para tirar de larga distancia, ni los comentaristas del partido sospecharon del yerro que había cometido el cuatro veces campeón de la NBA.

El primero en reaccionar fue su entrenador, Steve Kerr, quien procedió a agarrarse la cabeza y ponerse en cuclillas. Luego lo imitaron algunos compañeros y buena parte de los 18 mil presentes en el estadio de Golden State. Casi que el último en darse cuenta del error fue el propio Curry, quien tras el partido y con la victoria en su bolsillo se refirió a la curiosa situación.

"Sé que el coach asumió la culpa pero no voy a mentir, en ese momento pensé que era la jugada más inteligente del mundo. Cuando agarré la pelota, me di vuelta y ví la trampa (defensiva) me di cuenta que no había otra salida que perderla... Pensé que era una jugada inteligente pero advertí que no cuando miré hacia el banco y todos se agarraban la cabeza... Mala suerte y buena lección de cómo importan todos estos detalles", se sinceró el base.

Para mal de Curry, a su error le siguió un tiro libre acertado de Malik Monk y un triple de De'Aaron Fox, con lo que la ventaja de los Warriors se acortó a un punto. El propio Curry falló el tiro siguiente y la cosa quedó servida en bandeja para los Kings, que marraron el triple decisivo (en manos de Harrison Barnes) y perdieron la oportunidad de ponerse 3-1 en la serie. Ahora, 2-2 tras perder los últimos dos partidos, los Kings volverán a Sacramento para intentar encaminar lo que sería un verdadero batacazo de primera ronda. El quinto partido de la serie será este miércoles a las 23 (hora argentina).

Los antecendentes de Webber y Smith

La confusión de Curry hizo recordar a por lo menos dos bloopers que marcaron época en el básquet estadounidense. El primero, propiedad de Chris Webber quien cometió el mismo yerro en los segundos definitorios de la final universitaria de 1993 que su Michigan terminó perdiendo. A pesar de eso, el exala pivot completó una exitosa carrera en la NBA aunque siempre perseguido por esa sombra.

El otro blooper, mucho más cercano -y por ende viral- aunque no de la categoría "tiempos muertos", fue el de J.R. Smith en la primera final de NBA entre Cleveland y Golden State en 2018. Con el partido empatado, el escolta tomó un rebote ofensivo y, creyendo que su equipo ganaba, hizo correr el reloj hasta el final del cuarto. La escena tomó rebotes inolvidables dada las gesticulaciones que le hacía su compañero LeBron James para que Smith se avive de lo que pasaba. Aquel duelo terminó en victoria de los Warriors en tiempo extra y camino allanado para ganar la serie por 4-0.