Aunque la derecha silvestre u organizada siga cacareando cada vez que muches decimos que “si algune LGBTIQ+ vota a la derecha, vota a su propio verdugo”, acá lo vamos a repetir. La derecha es un proyecto de ajuste y represión.

La derecha viene por nuestros derechos

¿Podrían explicar les libertarios o conservadores varies cómo van a sostener y ampliar la ESI cuando requiere presupuesto? ¿Cómo van a sostener regímenes especiales de jubilación como el de personas con vih si quieren “dinamitar” (sic Bullrich) el sistema de jubilaciones y pensiones? ¿Juran que los hospitales públicos podrán seguir desarrollando consultorios amigables? ¿En serio creen que con una flexibilización laboral con contratos basura y sin indemnizaciones no vamos a ser carne de cañón para cualquier proyecto de vida basado en el derecho al trabajo? Si, derecho al trabajo: la idea de mercado laboral, ni la Iglesia Católica lo nombra así. 

Y, no, estimades, la derecha viene por nuestros derechos. Seguramente esta nota dará pie a ristra de diverses/disidentes/diferentes liberales y conservas. Pasen y lean, porque sus comentarios odiantes no son más que el reflejo de dolor en sus hipotálamos.

En Misiones donde pueblos indígenas, tareferos, trabajadores rurales, pueblos de fronteras, pobres y desocupades viven el calvario diario de llevar el plato de morfi (y por lo tanto de dignidad de ser personas libres), gobierna una “concordancia”, término que tiene eco en aquella concordancia de los años 30 durante los que la pobreza se hacía moneda común en Argentina con políticos como Pinedo, Justo, etc., mientras el radicalismo que todavía tenía algo de dignidad se abstenía. “Concordancia” no es acuerdo, sino cantar la misma canción entre dirigentes cada vez más alejades del pueblo.

Elecciones en Misiones: calma, liberales

Este domingo en la provincia de tierra roja hay elecciones. Y la “Concordancia” con su brutal aparato territorial parece renovará su eternidad. Pero a diferencia de otras veces comenzaron a darse por debajo movimientos políticos, sociales y sindicales que comenzaron a combatir este continuismo rancio. Y ¡Calma, liberales y conservas, que no son Uds.! Sino frentes políticos que levantan las banderas históricas de la libertad y la justicia social. Por eso no es casual que una de esas fuerzas políticas, el Frente Amplio, lleva en su lista de diputades provinciales a un varón trans: Andy Sosa.

Si vamos a hablar de laburantes rurales, recordemos que la primera medida del gobierno peronista en 1945 fue el Estatuto del Peón: terminó con el sistema de trabajo esclavo al que son tan adictos y adictas no sólo patrones de estancias, sino sus delegadites en los partidos políticos. Entre el 45 y 55, momento en que abuelos de los actuales otarios conservas dieron un golpe asesino, los trabajadores rurales accedieron al salario, al aguinaldo, a las vacaciones y a la libertad de deambular por fuera de los corrales-estancias de apellidos como Bullrich, Larreta, Pueyrredón, Luro, Anchorena, etc. 

Les patrones fueron solo eso: patrones, y no esclavistas del siglo XX como les encanta ser cada vez que un gobierno en nombre de la libertad les autoriza a sacársela a les más pobres. Comenzada la dictadura del 55 y hasta el presente la condiciones de les trabajadores rurales volvieron a ser cada vez más miserables y esclavistas. ¿Les parece liberal contratar por chaucha y palito a varones y mujeres y ponerlos a dormir en condiciones inhumanas en trailers de camión? Expliquen esto con dos argumentos y les damos un premio.

La historia de Andy Sosa

La historia de Andy es la de tantos y tantas laburantes rurales con la diferencia, no disidencia, de que realizó su trayecto de vida en un ambiente que los clasemedieros suelen caracterizar como hóstil. ¡Minga! Hostiles son las fiestitas a la que muche trepador querría ir pero no les da la pilcha ni el vocabulario.

Cuenta Andy: “Desde muy pequeño trabajé de manera precaria. Vengo de una familia humilde y trabajadora, Soy 1 de 8 hermanxs, mi papá albañil y mi mamá costurera. Me crié viendo como ellxs ayudaban a lxs vecinxs dando lo que no tenían. Fui creciendo con mi identidad pero sin poder hacer realidad mi sueño de tener mi DNI. Fui expulsado de un empleo por no aceptar mi identidad hace 15 años. Pero seguí adelante hasta que me sume a militar políticamente en el Evita en el 2019 y con ahí conocí a Martín Sereno, hoy también candidato, que siempre acompañó y me mandó a Buenos Aires a conocer a Ornella (Infante). Ellxs fueron quienes me ayudaron a tener mi DNI y entender que la política popular es la herramienta del cambio:”

Porque no todo es lineal ni fácil, la política se le presentó a Andy como un camino de libertad. Él vive en Apóstoles, una localidad al sur de la Provincia. Continúa Andy: “Ser una persona trans en Apóstoles… porque a pesar que el Gobierno Provincial tenga una Secretaría de Género y Diversidad, acá no llega nada, como en mi caso que no tuve asesoramiento del cambio registral que logré hacer por mi activismo político. Apósteles es una zona rural, alejada de Posadas no solo por distancia, sino por decisión política de taparse los ojos frente a las necesidades de nosotrxs, lxs trabajadorxs. Solo la militancia política es el único camino que nos ayuda a convertir necesidades en derechos. Yo viví desde pequeño en este pueblo, trabajando en tareas forzadas en las que ningún niñx debe hacer: coseché yerba, limpié campos, entre otras tareas. Pero ahora, desde que entendí que solo la lucha y la organización popular son el camino, ya trabajo en una cooperativa con compañerxs que nos organizamos y comenzamos a mejorar nuestras vidas.”

La vida y la lucha de Andy no son solo una historia de explotación y lucha, sino también el de una geografía política. Mientras en las grandes ciudades los gobiernos locales hacen fulbito para la hinchada consagrando derechos a los que se acceden en los dispositivos de política pública metropolitana, en las zonas “alejadas” lo que llegan son los ruidos de festejos ajenos. Por eso para Andy: “El cambio registral es casi imposible en los pueblos pequeños, en la chacras, en los sectores rurales: acá no se conoce la Ley de Identidad de género y tantas otras. Y, a pesar de conocer los derechos, un trámite como el cambio registral requiere la inversión económica de trasladarse a ciudades para personas que vivimos en situaciones económicas muy ajustadas o directamente en la pobreza”.

“Yo decidí militar en un movimiento popular

Y Andy nos enseña cómo se construyen derechos de lxs olvidadxs: “Yo decidí militar en un movimiento popular como el Evita. Nuestros derechos solo pueden ser consagrados por orgánicas que permitan construir una representatividad política de los sectores populares y excluidos. Por eso mi militancia es comunitaria: desde revolver una olla popular hasta las asambleas de discusión y formación política. En este camino es que tuve un sueño que hoy se convirtió en mi candidatura. No lucho por el puesto, sino para trabajar y ser voz de aquellxs con los que trabajo en el territorio.”

Nuestro candidato tiene sus propuestas que son las de lxs cooperativistas con quienes trabaja y también: “Implementar políticas públicas contra la discriminación que incluyan la posibilidad de cambio registral en todo lugar, paraje, chacra, campo de nuestra Provincia. Por otro lado es necesario hacer efectivo el cupo laboral trans donde el Gobierno no lo cumple. El cupo tiene media sanción y fue impulsado por un compañero trabajador rural Martín Sereno y fue cajoneado por las otras fuerzas políticas, muchas de las cuales hace 20 años que están en el poder.”

¿Con qué país soñás Andy? “El país que sueño es aquel en el que exista más derechos para los sectores populares. Que la comunidad LGBTIQ+ en las provincias ocupe espacios de discusiones y terminar con la discriminación de los sectores populares como en el que yo nací, vivo y viviré. Quienes venimos desde abajo tenemos mucho para aportar a que este país salga adelante”

Como lo deja claro Andy, la libertad sin igualdad es solo una mentira y un engaño de los mismos sectores siniestros que en nuestro país gobernaron desde la batalla de Caseros de manera directa u hostigando a todos los gobiernos populares que intentaron desafiarles.