"Con razón, el ilustre Don Héctor Varela, el simpático Orion ha dicho 'el Rosario es la Chicago argentina'. Efectivamente, ninguna ciudad de la república presenta ese fenómeno de desarrollo e incremento. Diremos mejor, de levantarse casi de la nada y levantarse a la altura en tan poco tiempo". El párrafo, extraído del periódico Asociación. La inmigración, del 9 de julio de 1870, que en ese momento exhibía con orgullo un apelativo que con los años se convertiría en un estigma recurrente, aunque resignificado, le da paso al prólogo del libro Historias de la Chicago argentina. Rosario, Imaginarios y sociedad 1850-1950 (UNR Editora), que reúne escritos de los docentes e investigadores Alicia Megías, Agustina Prieto, Analía Vanessa Dell' Aquila, Mario Gluck, Javier Chapo, María Pía Martin, María Luisa Mugica y Pablo Montini. "Hemos intentado recuperar las acciones y los imaginarios que le deban sustento a distintas estrategias desarrolladas por diversos actores, destinadas a construir un orden en una ciudad siempre cambiante", señalan los autores, quienes hicieron foco sobre distintos aspectos de la historia social y cultural de Rosario, pero fundamentalmente vinculados al primer sentido de la comparación con Chicago, que junto a San Pablo fueron las tres ciudades americanas que crecieron muchísimo, casi sin haber tenido un pasado.

Para los autores del libro, la primera comparación entre Rosario y Chicago, tuvo que ver con ese incremento demográfico exponencial que vivió la ciudad desde su proclamación como tal, en 1852, hasta 1870. De la villa de 3 mil habitantes pasó a la ciudad de más de 20 mil, con un crecimiento que no parecía tener límites. Esto se verificó con los años, ya que el censo provincial de 1887 contabilizaba 50 mil habitantes. 

El crecimiento económico y demográfico fue modelando la nueva sociedad en gestación, turbulenta y desordenada. Así, sostienen los historiadores, se generó su mundo periodístico e intelectual, se buscó delimitar las fronteras del delito, nominar calles y plazas, patrimonializar su pasado y definir los sentidos del orden político, moral y social. Se trató de tareas complejas en una urbe cuya población mayoritaria era de reciente asentamiento y con muchos extranjeros, casi huérfana de instituciones y mitos de origen que la contuvieran.

Ese crecimiento sostenido de la ciudad en la segunda mitad del siglo XIX originó la primera comparación con Chicago. En 1930, el parangón se relacionó con el auge de la mafia en Rosario y la economía delictiva que caracterizó a la ciudad norteamericana. Ultimamente, agregan en el texto de contratapa, circula una versión que asocia la Bolsa de Chicago y el mercado cerealero local. En diálogo con Rosario/12, Dell' Aquila y Gluck se refirieron a algunos aspectos de estas Historias de la Chicago argentina, compiladas en el libro que será presentado el próximo viernes a las 18 en el Museo Histórico provincial Julio Marc.

"Son textos vinculados a las temáticas que cada uno de nosotros viene abordando, siempre dentro de la historia socio cultural, que por supuesto tiene diálogo con lo político. En este caso, de una misma comparación, hablamos de las resignificaciones en determinados contextos sociales a partir de lo que fuimos trabajando. En los distintos momentos históricos hay resignificaciones de sentidos y disputas de sentidos. La pornografía, el criminal, el levantamiento de la autoridad, que en un caso valía y en otro no. Hay un proyecto de ciudad en este imaginario que instalan estos hombres que se van conformando como los notables y establecen estas demarcaciones muy variadas en distintos órdenes", señaló Dell' Aquila, autora del capítulo "La lupa sobre el criminal, un modelo para armar".  

"Optamos por poner el título un tanto provocativamente, en el sentido de decir que no vamos a hablar de la Chicago mafiosa, pero el crecimiento económico no está desligado del crecimiento de la criminalidad, es un momento en el cual se está ordenando la ciudad. La comparación es muy temprana, y es por su crecimiento abrupto, tiene su viso de realidad porque hay tres ciudades en América que crecen sin haber tenido casi pasado: Rosario, Chicago y San Pablo", señaló Gluck. "No pensamos el libro en estos términos, con ese título, empezamos a ver lo que fuimos desarrollando cada uno, lo que fuimos trabajando, y daba como resultado esto. Ningún historiador investiga o escribe fuera de su contexto de época", refuerza Dell' Aquila.

"El tema de trabajar sobre historias y no sobre la historia", subrayó Gluck, autor del capítulo "Justo José de Urquiza en la memoria de la ciudad: La nominación de la calle 25 de diciembre (1868-1984)", respecto a los temas elegidos por cada uno de los autores para abarcar diferentes períodos de la historia de la ciudad, que la fueron modelando al compás de las comparaciones con Chicago, en un primer momento por su crecimiento vigoroso y un pasado casi inexistente, y varios años más tarde por la cuestión mafiosa que finalmente se instaló como tal. 

Según Gluck, las mayores referencias a la Chicago argentina por la criminalidad venían de la prensa porteña. "Es inevitable trabajar sobre la prensa", remarcó el docente de la UNR al ser consultado sobre las fuentes: "Rosario tiene pocos archivos, recién se está rescatando el de Wladimir Mikielievich que es lo más completo que debe haber en la ciudad". Dell' Aquila agregó: "Otro archivo que es ineludible, y Montini lo desarrolla en su trabajo, es el de Marc, a quien le pedían un museo científico y lo devino en histórico, entendiendo que la historia era una ciencia, habilitando la investigación y generando un archivo importante que hemos visitado".

Gluck consideró que "hay multiplicidad de posibilidades de poder pensar en una identidad de la ciudad, que no es única, y a veces contradictoria en algún aspecto o en otro, de una ciudad que siempre tuvo conflictos. Pero se pueden buscar muchísimos sentidos de esa identidad, uno por donde busque encuentra algo distinto, y cosas que en momentos tienen cierto auge y después se olvidan".

En el primer capítulo del libro, Megías rescata en "De la caricatura al magazine: Periodistas  e intelectuales", la tarea de la prensa escrita que tuvo una rápida expansión, con más de 300 títulos producidos, explorando algunos de los semanarios satíricos y las revistas publicadas entre 1870 y 1914.  "Teoría y práctica de la resistencia a la autoridad: revolucionarios y anarquistas en el '95' Rosarino", es el título del capítulo escrito por Prieto, y "La pornografía a viva voz, un problema de higiene y moral pública. Rosario fines del siglo XIX y primeras décadas del XX", el que elaboró Mugica.

Chapo tituló a su escrito "El cuerpo (imaginado) de la mujer de la élite. Un acercamiento desde la sección de Lawn Tennis del club Gimnasia y Esgrima de Rosario (1918-1927), y "Reorganización del laicado y militancia católica en Rosario: Un primer acercamiento a los estudios sobre la acción católica argentina en los años 30", el de Martín. "El museo histórico de Rosario (1936-1939)" es el último capítulo del libro escrito por Montini, actual director del Museo provincial Julio Marc donde se presentará el libro.

Historias de la Chicago argentina. Rosario, Imaginarios y sociedad 1850-1950 surge del trabajo de un equipo que hace 25 años investiga temas de la historia local en el marco de distintos proyectos de investigación y desarrollo de la Universidad Nacional de Rosario, plasmados en tres compilaciones: Los desafíos de la modernización. Rosario 1890-1930 (UNR Editora, 2010), Las batallas por la identidad (Editorial Municipal de Rosario, 2014) y Rastrear memorias. Rosario, historia y representaciones sociales 1850/1950 (UNR Editora, 2018).