Juan Carlos Caguaripano Scott, jefe del alzamiento de ayer en un cuartel del interior de Venezuela, era buscado por las autoridades desde 2014, cuando fue dado de baja de las fuerzas armadas por repudiar al gobierno y luego fue sospechado de participar de un complot por el cual fueron encarcelados otros militares. En 2014, Caguaripano era capitán de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y prestaba servicios en el Grupo Antiextorsión y Secuestros en el estado Amazonas, en el sur del país. Entonces fue acusado de traición a la patria y rebelión tras haber hecho público su desprecio al gobierno chavista por la represión a las protestas callejeras que se efectuaron entre febrero y junio de aquel año y dejaron 43 muertos y 873 heridos, según datos oficiales. En abril, el oficial pidió en las redes sociales un “llamado a la reflexión” a las fuerzas armadas, en el que sostenía que existían “sobradas razones legales y constitucionales para intervenir” contra el gobierno de Nicolás Maduro.