“La historia del arte comenzó con las invasiones bárbaras. Sin embargo, esto no quiere decir que el arte no hubiera tenido historia antes de esas “grandes” invasiones, sino que éstas fueron pensadas como el acontecimiento decisivo en virtud del cual Occidente se había comprometido con la Modernidad, es decir, con la conciencia de su propia historicidad”. Este es el argumento que plantea y desarrolla Eric Michaud en su libro Las invasiones bárbaras. Una genealogía de la historia del arte, publicado por la editorial Adriana Hidalgo. El autor analiza los preconceptos antropológicos y las fantasías en que cayeron los estilos artísticos y los historiadores del arte de los siglos XVIII y XIX, que trajeron consecuencias de muy larga duración.