Por primera vez luego de casi un mes de inactividad, los pasillos del Senado volvieron a registrar el movimiento de senadores entrando y saliendo de sus despachos a las salas de comisión. ¿La razón? El tratamiento de medio centenar de pliegos destinados a cubrir vacantes en juzgados, fiscalías y defensorías en todo el país. Fueron un total de 24 pliegos el martes y 23 pliegos el miércoles, aunque la verdadera razón de ser de tanto movimiento en la comisión de Acuerdos estuvo vinculado al tratamiento del pliego de la actual presidenta de la Cámara Federal de Casación Penal, Ana María Figueroa. Figueroa es una de las juezas que denunció haber sufrido presiones durante el gobierno de Mauricio Macri y actualmente debe expedirse sobre la reapertura de dos causas en las que Cristina Fernández de Kirchner había sido sobreseída, por lo que su presencia en la comisión de Acuerdos generó varios cruces entre les senadores de Juntos por el Cambio y el Frente de Todos. El objetivo del oficialismo es tratar los pliegos en una futura sesión, pero el panorama del quórum, de momento, es poco auspicioso. 

La comisión de Acuerdos que preside la mendocina Anabel Fernández Sagasti (FdT) estaba casi llena cuando, a las tres de la tarde, fue el turno de que Ana María Figueroa defendiera su pedido de continuar como jueza después de cumplir los 75 años (que es el límite de edad establece que la Constitución). Ya le habían antecedido, en el último par de días, un total de 45 postulantes que deseaban ocupar cargos en Juzgados, Fiscalías y Defensorías de todo el país, pero la expectativa, en su caso, era mucho mayor. Después de todo, la jueza debe resolver, junto a Daniel Petrone y Diego Barroetaveña, si reabre dos causas que afectan directamente a la vicepresidenta: Hotesur y Memorándum con Irán.

Apenas la jueza terminó de dar detalles sobre su trayectoria como abogada de derechos humanos y su paso por la Cámara Federal de Casación Penal --que, luego, terminó presidiendo--, el interbloque de JxC encaró con sus cuestionamientos. "Usted se refirió a un supuesto ensañamiento de la Justicia con la vicepresidenta, ¿son estos ensañamientos judiciales los que están condicionando su demora en la opinión en la causa Hotesur y de manera tan cercana al vencimiento del plazo de sus 75 años?", comenzó Guadalupe Tagliaferri (PRO). "Es absolutamente mentira", le respondió Figueroa, quien aclaró que la causa Hotesur todavía estaba "en período de debate" con sus colegas. "Pierda cuidado que no tengo ningún feedback con el Poder Ejecutivo para que yo dé mi fallo si me dan o no el acuerdo", ironizó la jueza, quien, sin embargo, sí ratificó que consideraba que "no es habitual que a una persona se la cite a ocho declaraciones indagatorias en un día, no es razonable".

El más duro (y altisonante) fue el radical riojano, Julio Martínez, quien se dedicó a esbozar una larga crítica a CFK por impulsar en el Congreso una agenda judicial "al servicio de la venganza y la impunidad". "Por qué cree que el kirchnerismo está a favor de su continuidad? ¿Será por la causa Hotesur? ¿Por qué usted quiere seguir siendo jueza?", le inquirió. "Creo que estoy en condiciones, por eso me presento", respondió Figueroa, que celebró el comentario de Martínez de que el Senado hubiera salido de su parálisis para tratar su pliego: "Bienvenidos senadores, ojalá haya sido por mi que la tercera parte que está vacante del Poder Judicial se cubra de una vez", afirmó.

"Hizo que el senador viniera, la felicito", ironizó, por su parte, el jefe del interbloque oficialista, José Mayans. Y agregó, a modo de cierre: "Sin justicia no hay democracia, sin justicia no hay paz social. Están muy preocupados por los tiempos de algunos fallos, pero cuando la Corte tardó 16 años en tratar el tema del Consejo de la Magistratura no escuché a ninguno de la oposición que preguntara qué pasaba".

Si bien el FdT logró dictaminar los pliegos sin grandes problemas, la matemática del recinto es más complicada. Y es que desde que un grupo de peronistas díscolos rompieron el interbloque oficialista, al FdT le está costando conseguir quórum en el Senado. Si bien cuenta con el acompañamiento de aliados como Alberto Weretilneck, Clara Vega o Magdalena Solari Quintana, todavía le faltan cuatro senadores para alcanzar el mágico número de 37 (ya que queda descartado que JxC aporte para el quórum). Para colmo, en junio hay elecciones en siete provincias, lo que vuelve sumamente difícil que el propio oficialismo pueda asegurar a sus propios senadores. "No hay número", afirmaban desde el FdT.