La Policía agredió ayer al reportero gráfico Francisco Guillén, mientras trabajaba en la cobertura periodística del hallazgo del cuerpo de un bebé en un basural de zona norte, y tuvo que intervenir la fiscal presente en el lugar para evitar que se lo llevaran detenido en un patrullero.

Guillén acudió al basural de Sabin y Olivé para cubrir para La Capital la aparición del cadáver de un recién nacido, caso que investiga la fiscal de Homicidios, Georgina Pairola. Pero se topó con un agente policial que lo frenó, le tapó la lente de la cámara con una mano y trató de quitársela. El uniformado pidió ayuda a un colega y entre ambos forcejearon con el trabajador de prensa.

"Me tomaron del cuello para inmovilizarme y quisieron subirme a un móvil, en tanto los vecinos discutían con los policías y pedían que me soltaran", contó Guillén ayer en Fiscalía, donde radicó la denuncia penal. La batahola atrajo a la fiscal Pairola y ordenó que liberaran al fotógrafo. La agresión mereció el repudio del Sindicato de Prensa Rosario, que pedirá una reunión con el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro.