Los vecinos organizados de los barrios porteños de Belgrano, Palermo y Núñez no se cansan de repetir indignados dos palabras: estafa y fraude. Tienen cómo documentar lo que denuncian porque ellos mismos investigaron, analizaron y generaron la prueba de una presunta defraudación contra el Estado nacional con tierras fiscales que llegó a la justicia federal. Son 53.728 metros cuadrados que se extienden bajo el viaducto del ferrocarril Mitre (ramal Tigre) como un tajo de cuatro kilómetros sobre el espacio público. Una auditoría de la Sigen les dio la razón en febrero de 2022. Determinó que la concesión de la obra “presenta irregularidades e incumplimientos en el proceso del concurso”.
Apuntan contra la Agencia Administradora de Bienes del Estado (AABE) porque “delegó en el GCBA atribuciones propias” y el Tribunal de Tasaciones de la Nación (TTN) que no hizo constar “registros, ni inscripciones catastrales, ni las medidas de superficie del terreno o de las construcciones” cuando gobernaba el país Mauricio Macri. Pero además responsabilizan al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de usufructuar a precio de ganga la venta del corredor que va desde la avenida Dorrego hasta la calle Monroe y donde ya comenzó a establecerse un espacio comercial hipertrofiado en el llamado Barrio Chino que venía saturado, sobre todo, de locales gastronómicos y supermercados.
Las ocho organizaciones vecinales que vienen trabajando en el tema desde hace cinco años consiguieron que el caso llegara al juzgado federal N° 4 de Ariel Lijo por una denuncia de la Oficina Anticorrupción (expediente N° CFP 4439/2022). Tuvieron que recorrer un largo camino desde que la AABE era gestionada por Ramón María Lanús y también durante el mandato de su sucesor, Martín Cosentino Moreto, del actual gobierno nacional.
El primero es el mismo funcionario que fue denunciado penalmente junto a Macri por el Observatorio del Derecho a la Ciudad en 2020. Los acusaron de transferir bienes del Estado nacional por 16 mil millones de pesos a empresarios afines, y también a la CABA, en los últimos días de 2019 después de la derrota en las elecciones presidenciales. Hoy es precandidato a intendente de San Isidro en la interna de Juntos por el Cambio. Responde a Patricia Bullrich y pretende terminar con la hegemonía de Gustavo Posse que gobierna el distrito desde 1999.
Pese a los resultados que arrojó la auditoría de la Sigen y a la causa penal que tramita Lijo y donde habría exfuncionarios procesados del macrismo que pasaron por la AABE y el TTN, las obras en el Bajo Viaducto nunca se detuvieron. Avanzaron en el último tiempo sobre dos cuadras en Belgrano, entre Juramento y Olazábal, donde se instalaron cadenas como Farmacity, Havanna, Cúspide y negocios de comidas rápidas en locales de distintas dimensiones ubicados en tierras que eran del ferrocarril y fueron concesionadas a terceros por 30 años.
Enrique Banfi es psiquiatra y preside la asociación civil Vecinos de Belgrano. Dice que la obra “va a ser el shopping más largo del mundo, así como tenemos la avenida más larga del mundo, Rivadavia. Todo está diseñado de la misma manera. Negocito, negocito y negocito. ¿A cuánto se vende cada negocito? Cien mil dólares. ¿Cómo se vende cada negocito si es una concesión? Les venden el derecho de uso por treinta años. En un terreno que pagaron un dólar el metro cuadrado. Eso es lo que cobran ellos, ahí está el negociado. El concesionario Vía Viva le va a pagar al Estado 40 dólares por mes. Y está vendiendo cada local en cien mil dólares”.
Son demasiadas las irregularidades cometidas con las tierras que denuncian las ONGS vecinales. La inexistencia de planos con mensura, de títulos y de un dictamen jurídico. La documentación de la AABE que no cumple los requisitos técnicos y legales mínimos. La falta de medidas de frente y de fondo de cada local concesionado. La comisión de asesoramiento técnico estuvo fuera del área de su competencia, integrada por profesionales a título personal. La oferta de un empresario coreano, Sang Hak Choe, registrado como trabajador autónomo en la AFIP, debió ser declarada inadmisible. La SRL In Arch, su socia, no presentó el último balance cuando era un requisito obligatorio en los pliegos del concurso. Se tomaron como referencia del precio de las tierras, pequeños inmuebles de los barrios de Caballito y La Paternal, como de Lomas de Zamora y Lanús que difieren notoriamente de los que hay en Belgrano o Palermo. Los vecinos sostienen que la Sala A del Tribunal de Tasación plagió un informe técnico y tienen las pruebas en su poder.
Todas estas anormalidades son lo que, según el ingeniero Marcelo Mithieux, otro de los vecinos denunciantes, define como “una estafa por donde se la mire”. Su conocimiento técnico de la obra lo llevó a cuestionarla: “Construyeron 1,5 kilómetros de viaducto sin necesidad donde ya había un terraplén del ferrocarril, un absurdo. No hubo estudio de impacto ambiental, no figura en ningún lado. Esta zona ya estaba saturada de comercios y meterle más es patético. No hay ni siquiera estacionamientos de cortesía”, le explica a Página/12.
A medida que se continúe con la apertura de locales debajo de las vías del Mitre, la eventualidad de un incendio en uno de los comercios podría hacer colapsar la estructura realizada mediante un sistema de dovelas, con columnas portantes colocadas cada treinta metros de hormigón pretensado. Con el agravante de que la saturación que menciona Mithieux dificulta el acceso a la zona en caso de siniestros. Solo por la calle Mendoza pueden descender las autobombas desde el cuartel de bomberos más próximo, situado a seis cuadras. En otras calles que van hacia la avenida del Libertador no da la altura del viaducto para evacuaciones.
Las tierras del “shopping más largo del mundo”, como lo llaman los vecinos, han sido parceladas en tres zonas, con un valor semejante de mercado. De norte a sur --siguiendo las vías férreas del Mitre-- se ubica el espacio Barrio Chino entre Monroe y la estación Belgrano C. Le sigue el tramo que va desde Juramento a Olleros y linda con Avenida del Libertador llamado espacio Clubes. Desde la estación Lisandro de la Torre hasta Dorrego al último trayecto se lo denomina espacio Hipódromo.
Este es el que ingresa en el Parque Tres de Febrero, lo que motivó que otra vecina, la geógrafa y presidenta de Patrimonio de Belgrano, Laura Brovedani, presentara un amparo colectivo contra el gobierno porteño por el impacto ambiental de la obra (Expediente 069260/2019). El recurso llegó hasta la Corte Suprema que lo mantiene sin resolución hace tres años.
El presunto fraude mensurado en términos económicos surge de la valoración que hizo el Tribunal de Tasaciones en tiempos de Macri, a razón de 64,72 dólares el metro cuadrado, muy por debajo del valor real a 2019 cuando el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte de la ciudad lo había cotizado a 2.562 el M2.
Banfi, un hombre que conoce hasta el mínimo detalle cada uno de los expedientes, afirma que la operatoria con las tierras del Bajo Viaducto es “un fraude contra el estado nacional impulsado desde el gobierno de la ciudad. Acá se pueden desarrollar todos los usos habidos y por haber, incluso en zonas donde no se podría como el parque Tres de Febrero que es un área protegida. Han hecho un tajo comercial que atraviesa la ciudad y que se puede extender hacia los lados indefinidamente. Porque la ley dice que se pueden incorporar a este proyecto los terrenos del costado. Sin límite. Donde podrían, por ejemplo, comprar los clubes e incorporarlos al shopping”.