Trabajadores del Ministerio de Cultura de la Nación denunciaron ayer el “lento pero inexorable vaciamiento de las políticas públicas” que se llevan a cabo desde ese órgano estatal. “La decisión de reducir la presencia del Estado en sus políticas de inclusión provoca la pérdida de derechos que afectan sobre todo a los sectores más vulnerables de la población”, denunciaron delegados de ATE en un comunicado, que también apunta contra “la promoción cultural en articulación con el sector privado” que “amenaza el pluralismo de las culturas que nos conforman porque supedita las políticas culturales a la aprobación del los mercados”.

Según ese texto, difundido ayer, “el gobierno quiere dar de baja el Ministerio de Cultura y pasarlo a Secretaría”, lo que implicaría acentuar aún más el ajuste al presupuesto de ese área. “Entre 2015 y 2017 el presupuesto nominal del Ministerio apenas se incrementó en un 30 por ciento, habiendo casi un 70 por ciento de inflación acumulada desde diciembre de 2015”, aclaran. Además, recuerdan que “el presupuesto nacional para Cultura es menos del 0,1 por ciento del PBI” y “en lo que va del año, la subejecución presupuestaria del Ministerio acumula un 70 por ciento”.

Además, agregan, “se cerraron más de la mitad de los programas culturales” y “por primera vez en más de una década, la Orquesta Sinfónica Nacional no realizará ninguna presentación fuera de la Provincia de Buenos Aires”. Y señalan que “desde la llegada de Alberto Manguel, la Biblioteca Nacional no ha editado ni un solo autor” y hay serios problemas de financiamiento en organismos como el INCAA, el INAMU y la dirección nacional de Museos.