Central y Newell's recuperan su ilusión deportiva y se lanzan la semana que viene a disputar la nueva Superliga. El entusiasmo de sus hinchas por ver a sus jugadores en cancha es quizá lo único que los une. Porque las asimetrías económicas se ampliaron y el ajuste en su presupuesto que hizo la tesorería rojinegra dejó al club del parque Independencia mucho más cerca de los números que ostentan entidades que pujan por la permanencia que las que aspiran a pelear los primeros puestos, como Central. Los canayas invierten en fútbol para el nuevo torneo el triple que los leprosos, diferencia que nunca antes se había visto entre un club  y otro. Para todo el año en Arroyito se prevén pagar 180 millones de pesos a los jugadores del primer equipo, contra los menos de 60 millones que dispondrán en el parque Independencia.

Newell's echó a todos sus ídolos porque no podía pagar sus respectivos contratos. Del ajuste incluso fue víctima Maximiliano Rodríguez, quien hizo lo posible para quedarse en el club más allá del dinero. Pero este año la dirigencia que preside Eduardo Bermúdez miró solo los números del club y el recorte dejó muy disminuido al plantel leproso, al menos en cuanto a recursos disponibles.

Los leprosos salen a jugar la Superliga con un presupuesto que se reduce a menos de la mitad, en comparación al certamen pasado. El plantel que tiene a disposición Juan Manuel Llop cuesta por mes algo menos de cinco millones de pesos. Para llegar a ese números se trajeron jugadores de menor jerarquía, claro está, pero además Newell's ya no paga más primas asus futbolistas. Todos los refuerzos firmaron un contrato que contempla solo el pago del sueldo, en ningún caso se acordó la prima, que es una cifra que suele compensar el valor del jugador en el mercado.

Central, por el contrario, contrajo el nuevo presupuesto en menos de un 10 por ciento. Los canayas abonan por mes entre sueldos y prorrateo de primas 15 millones de pesos. Un presupuesto que pertenece al grupo de clubes que se ubican en cuanto a recursos solo por debajo de Boca y River.

Otro ejemplo que ilustra la distancia que se encuentran Central de Newell's en lo económico, la Lepra contrató este año ocho refuerzos y en total por sus respectivos préstamos invirtió 970 mil dólares, es decir menos de lo que Central le paga por año a Marco Ruben: un millón de dólares.

Más allá de que Central vendió jugadores en los últimos años por más de 30 millones de dólares, la gran ventaja de los canayas es que casi duplican en socios a los rojinegros. Central tiene más de 55 mil socios y Newell's supera la barrera de los 30 mil, con la diferencia además que los canayas tienen más socios fieles en el pago de la cuota que los leprosos. Los ingresos que aportan los socios son fundamentales para proyectar un equipo. Y Newell's no para de ver reducido su padrón desde 2014. Luego de superar a los 45 mil socios con Gerardo Martino como técnico del primer equipo llegó a bajar los 20 mil socios con cuota al día en el momento de más conflictividad en el club con la barrabrava.

Con cinco millones de pesos por mes a los jugadores, Newell's está entre los clubes más austeros del país. Con los 15 millones que destina Central, los canayas se mantienen entre los más poderosos. Las expectativas de los hinchas no podrán ser las mismas.