El candidato a diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires, Daniel Filmus, afirma que Unidad Porteña (UP) “ha sido elegida como principal fuerza de la oposición” en la Ciudad y que de cara a octubre tiene “la responsabilidad y el desafío” de “unificar” la voluntad de “ciudadanos y ciudadanas que quieren parar las políticas de ajuste del presidente Mauricio Macri” que “agobia y sume en la angustia y la desesperanza a millones de argentinos”. “Debemos ser muy amplios, generosos y plurales para integrar a aquellos que optaron por otras fuerzas políticas para ser un voto útil y de oposición al gobierno de Macri”, insiste Filmus, que tiene en la mira los votos “opositores” que captó el filo-oficialista Martín Lousteau. Filmus sostiene que el eje del debate electoral pasará por lo económico, que va desde la caída salarial, el aumento del costo de vida y los tarifazos al pago de los fondos buitre, el endeudamiento externo y las amenazas de flexibilización laboral. También abordará el respeto a las normas democráticas, donde el Gobierno -afirma- muestra “poco apego” y  “siempre camina por la cornisa de las normas institucionales como en el caso de la detención de Milagro Sala y la desaparición forzada de Santiago Maldonado”.

–¿Cuál es el balance de las PASO que hace Unidad Porteña?

–Muy positivo, porque hemos sido elegidos como la principal fuerza de la oposición con la responsabilidad de unificar hacia en octubre a todas aquellas fuerzas, ciudadanos y ciudadanos que quieran decirle a Macri que así no va más y que hace falta modificar profundamente las políticas económicas. Para UP es sin lugar a dudas un desafío enorme canalizar todas las voluntades que le quieren decir a Macri no puede seguir favoreciendo a una minoría en detrimento de la mayoría que es golpeada por las políticas del Gobierno.

–¿Por qué cree que a pesar que todos los indicadores económicos muestran ese deterioro en los sectores populares, el Gobierno igual recibió un respaldo importante del electorado porteño?

–El oficialismo ha mantenido su caudal histórico con respecto a votaciones anteriores. Y en este caso inclusive ha incorporado a la (Elisa) Carrió, que en elecciones anteriores había estado en el ámbito de la oposición. Con la suma de ambos, el oficialismo mantuvo y hasta bajó su caudal de votos. De todas maneras está claro que a pesar que sectores muy importantes de la Ciudad están siendo golpeados en sus bolsillos, con deterioro en sus condiciones de vida y que son víctimas de las políticas de Macri como el aumento de las tarifas y los impuestos, todavía conservan esperanzas que pueda revertirse esa situación. Hubo un esfuerzo comunicacional enorme del Gobierno, especialmente en la última etapa, de reconocer que la situación económica no había mejorado y en fortalecer la idea que en el futuro esto va a cambiar. 

–¿Qué le dirán a ese electorado?

–Sabemos que es todo lo contrario, que si el gobierno se siente legitimado con el voto de la ciudadanía se va a profundizar el ajuste y se va a ir por la reformas que todavía no han logrado por la correlación de fuerzas, y que en espejo con lo que sucede en Brasil van a tener implicancias para la salud, la educación, en la jubilación y especialmente en los mecanismos de flexibilización laboral que quieren imponer. Que el Gobierno ha incumplido las promesas de campaña y va a profundizar la línea que le aconsejan los organismos de crédito internacional, que es de ajuste y de apertura de la economía.

–Para el Gobierno parece no ser necesario esperar hasta octubre, como lo demuestra el decreto presidencial para cerrar ramales ferroviarios o la maniobra que realizó en el Consejo de la Magistratura…

–Eso habla a las claras de cuál sería el futuro, lo mismo que el mecanismo que utilizaron para difundir los resultados electorales de las provincias de Buenos Aires y Santa Fe, y que todavía tengamos incertidumbre sobre el resultado electoral bonaerense, muestra el poco apego al respeto de las normas democráticas. Como lo ha hecho esta semana en el Consejo de la Magistratura o lo viene haciendo con la designación por decreto de los jueces de la Corte, el incumplimiento de la ley sobre la paritaria nacional docente o modificar la ley que impedía el blanqueo de capitales a los familiares de los funcionarios. A pesar de tener como consigna electoral la defensa de la república y las instituciones, siempre camina por la cornisa de las normas institucionales como en el caso de la detención de Milagro Sala y la desaparición forzada de Santiago Maldonado.

–Frente a las críticas del amañado escrutinio provisorio y el desconocimiento del resultado electoral bonaerense, el Gobierno se desentiende y responde con imponer el voto electrónico ¿Usted que opina?

–Participo en un grupo de científicos que se llama Ciencia y Técnica Argentina, donde distintos especialistas han demostrado que es muy vulnerable el voto electrónico y muchos países del mundo están de vuelta de su utilización. Confiamos que el mecanismo actual es el más idóneo y que el escrutinio definitivo va a dar el resultado verdadero. No cabe duda que al estar la prueba ahí no se puede esconder la voluntad popular. 

–¿Adónde consideran que tienen que dirigir UP su propuesta, teniendo en cuenta que todavía están en competencia otras fuerzas electorales que son refractarias a las políticas del Gobierno? 

–Creo que nosotros hemos quedado en un lugar de privilegio para concitar y unificar el voto opositor. El único voto útil para mostrarle al Gobierno que la ciudadanía está en contra de sus políticas económicas y detener este ataque que está sufriendo nuestro pueblo es UP. Las dos vertientes del oficialismo, la de Carrió y Lousteau acompañan las políticas del Gobierno. Lousteau fracasó por querer representar a una oposición que no lo es y porque fue embajador del macrismo en Estados Unidos hasta hace días. Aspiramos a que buena parte de ese voto opositor que optó por Lousteau ahora pueda acompañarnos. Incluso el voto de las fuerzas que no podrán competir en octubre y los votos de la propia izquierda, que quedó muy lejos de poder incluir algún representante en el Congreso y la Legislatura, creemos que van a ver a UP como única alternativa de mostrarle una expresión de oposición firme y decidida para poner freno a las políticas de ajuste contra los sectores populares. 

–¿Lo considera factible? 

–Creo con sinceridad que ha quedado en panorama muy definido en las seis fuerzas que vamos a competir y que hay una sola que genera las condiciones para ser un voto útil y de oposición al gobierno de Macri, que es UP.  Tenemos un doble compromiso. En primer lugar, y fundamental, convocar a las otras dos listas que compartieron UP para que trabajemos para intentar concitar el voto de la mayoría. Por otro lado, este lugar que nos dio la participación popular y ser muy amplios, muy generosos y muy plurales para integrar a aquellos que optaron por otras fuerzas políticas, que quizás no comparten cien por cien nuestra visión del pasado y de un proyecto más general, pero sí comparten la necesidad de parar a Macri. Lo que se está debatiendo acá no es ni el 2015 ni el 2019: estamos plebiscitando estas políticas de ajuste que está llevando adelante Macri.   

–¿La crisis económica será el eje de su campaña?

–Es el eje central porque agobia y sume en la angustia y la desesperanza a millones de argentinos. Aunque también deben ser parte del debate aspectos sobre la vigencia democrática y de la plenitud del funcionamiento de las instituciones, que están puestas en tela de juicio por las políticas oficiales. 

–Consejeros del FpV-PJ calificaron la maniobra del Gobierno en la Magistratura como el “camino a un estado de excepción” ¿Que opina?

–Es grave. Va a depender de la correlación de fuerzas en el Congreso pero que no solo se tiene que circunscribir a la oposición parlamentaria. Que el gobierno haya manipulado a la Corte para imponer el 2x1 a los genocidas y que después la movilización popular enorme hizo que fuera derogado por el Congreso indica que el trabajo de los legisladores, que también deben demostrar coherencia con las listas por las cuales fueron votados y los objetivos que se proponen a la sociedad, debe ser acompañado por la movilización popular que condiciona las intenciones del Gobierno de burlar el sistema institucional. Lo mismo que sucede con los trabajadores, que se vuelven a movilizar para evitar que se siga deteriorando el salario y el mercado y las condiciones de trabajo. No solo es necesario el trabajo legislativo sino la también la organización y movilización popular.    

–¿Considera posible que haya debate entre los candidatos de la Ciudad?

–Siempre participamos del debate cuando nos tocó competir electoralmente. Esperemos que sea un debate sobre ideas y sobre las medidas del Gobierno, que Lousteau acompañó en el Congreso y la Legislatura, que van desde a reforma laboral al pago a los fondos buitres, el voto a los nuevos jueces de la Corte, la apertura de la economía, los aumentos de impuestos y tarifas, la baja de las retenciones, y donde nosotros hemos sido los únicos consecuentes opositores de esa políticas. Ahí va a quedar claro de que lado se está.