“No tenemos ninguna noticia de Younes”, aseguran en su ciudad natal de M’rirt, en Marruecos, los allegados de un marroquí de 22 años muy buscado por la policía española por su presunta implicación en los atentados ocurridos en Cataluña. Su foto sigue copando las portadas de los medios de comunicación, pues Younes Abouyaaqoub podría haber conducido la camioneta que embistió contra la multitud en Barcelona, dejando 13 muertos y 120 heridos, en un atentado reivindicado por el grupo jihadista ultrarradical Estado Islámico (EI).

En su ciudad natal, en el centro de Marruecos, el mercurio marca más de 40 grados y la incomprensión reina en el ambiente, en una región tranquila hasta ahora poco conocida por haber sido el hogar de reclutas del grupo EI, al contrario de lo que ocurre en el norte del país.

La pequeña M’rirt, de 35.000 habitantes, donde todavía vive el abuelo de Younes, es sobre todo conocida por su zoco semanal al pie de una colina, sus importantes minas de plomo, de zinc y de plata y sus espectaculares cascadas, muy frecuentadas por los turistas marroquíes. 

En un barrio popular del este de la ciudad, el abuelo de Younes recibe, en el hogar familiar -una casa modesta de dos pisos- a los vecinos y allegados a la familia. Intentan consolarlo desde que la policía española y los medios apuntaran hacia su nieto Younes como posible autor de la masacre de Barcelona. El hermano de Younes, Houssein, de unos 20 años, también estaría en el punto de mira, según testigos de la zona, si bien las autoridades españolas no se han referido a él.

“Younes nació en esta casa, antes de emigrar a España con sus padres”, cuenta el abuelo. “Vuelve aquí cada verano con su hermano y sus padres. Estuvo aquí el verano pasado”, agrega el patriarca.