Otra vez lamentamos la muerte de un operario de la construcción. En la provincia de Santa Fe hay 106 accidentes laborales por día. Los que buscan ganarse la vida, la pierden. Repetida contradicción cotidiana en la provincia de Santa Fe. 106 accidentes laborales por día en el territorio con forma de bota. La mayoría de los siniestros que involucran trabajadores son las medianas y grandes empresas.

La semana pasada hicimos un pedido de informe preguntando si además de contabilizar las multas y suspensiones en las exportadoras de la zona sur, el Ministerio de Trabajo de la provincia había corroborado que se hicieran las medidas pertinentes para darle seguridad laborar a los trabajadores. No tenemos respuestas.

Renova facturó, el año pasado, 2.650 millones de pesos, ubicándose en el puesto 365 entre las mil empresas que más facturan en la Argentina. Son 7,3 millones diarios; 306.712 pesos por hora; 5.111 pesos por minuto. Tienen dinero para invertir en cuidados para los que les producen las ganancias. No lo hacen. La dictadura del dinero por encima de la salud de los trabajadores. Una vez más.

Por otro lado, algo pesado está sucediendo en la órbita del negocio de la salud privada en el sur de la provincia. Los 66 trabajadores del sanatorio Gomara, de Villa Gobernador Gálvez, uno de los pocos que atiende necesidades del llamado tercer nivel de prestaciones médicas, están sin saber si continuarán trabajando o no. Ya formaron un comité de huelga y necesitan de la solidaridad de la comunidad. La empresa se expandió pero hoy tiene deudas por 20 millones de pesos.

Los cambios de dueños en los sanatorios terminan, en los últimos tiempos, de igual manera: la cápita del PAMI a favor de los amigos del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti, las familias Tita, Casabella y Parra y los trabajadores en la calle. Una perversión que se repite, negocios pesados que se llevan adelante ante la mirada imperturbable de los gobiernos.

 

Carlos del Frade
Diputado provincial
Frente Social y Popular