Más de 170 civiles murieron en la última semana por los bombardeos de la coalición internacional, liderada por Estados Unidos, en la ciudad de Raqqa, feudo del Estado Islámico al noroeste de Siria. 

Esta cifra supone un incremento sustancial de las víctimas desde que hace dos meses la coalición y sus aliados en Siria iniciaron una ofensiva para desalojar a los extremistas, según los datos facilitados por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), un grupo de monitoreo con sede en Londres y que recibe datos de informadores locales sirios. Este recuento se refiere a las víctimas producidas en Raqqa por los bombardeos de la coalición desde el pasado 14 de agosto. 

En las últimas 24 horas, murieron al menos 42 civiles, incluidos 19 niños y 12 mujeres, según el mismo OSDH. La coalición confirmó haber intensificado sus bombardeos la semana pasada, con 250 ataques aéreos en Raqqa y sus inmediaciones, principal feudo del grupo jihadista Estado Islámico (EI), en el norte de Siria, e indicó que investigará las muertes de civiles. La coalición aporta un apoyo aéreo crucial a las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una alianza kurdo árabe implicada en una ofensiva para expulsar al EI de Raqqa, que controla desde el 2014.

Tras haberse apoderado del 60 por ciento de la ciudad, las FDS rodean al EI en una zona de diez kilómetros en el centro y el norte de la localidad, donde la mayoría de la población se vio atrapada por los intensos bombardeos aéreos y por los disparos de artillería.

El domingo otros 27 civiles murieron allí. Así, en ocho días, cerca de 170 civiles murieron por culpa de los bombardeos, según el OSDH. “Los balances son altos, pues los bombardeos apuntan contra barrios del centro de la ciudad, muy densamente poblados”, afirmó Rami Abdel Rahman, director del OSDH. “Hay edificios llenos de civiles que intentan huir de las líneas del frente. Los bombardeos de la coalición apuntan a cualquier edificio en el que se detectan movimientos de Daesh”, agregó, utilizando el acrónimo árabe del EI.

Al ser preguntado acerca de las víctimas civiles, el portavoz estadounidense de la coalición, el coronel Ryan Dillon, dijo que la coalición investigaría esas acusaciones. Según él, desde que en julio terminara la ofensiva de Mosul, en el vecino Irak, de donde fue expulsado el EI, la coalición tiene más aviones a su disposición para bombardear Raqqa. “Hemos aumentado los bombardeos, sobre todo desde el fin de la batalla de Mosul”. La coalición asegura que está tomando medidas para evitar víctimas civiles. A principios de agosto, reconoció ser responsable de la muerte de 624 civiles en bombardeos desde el 2014. Algunas organizaciones consideran, sin embargo, que este número está altamente subestimado. La ONU calcula que habría unos 25 mil civiles atrapados en Raqqa. 

Por su parte, el portavoz de las FDS, Talal Sello, afirmó que sus fuerzas intentaban no causar víctimas civiles. “Hemos abierto rutas seguras para los civiles, para que puedan llegar a zonas controladas por nuestras fuerzas, que salvan casi a diario a civiles transfiriéndolos a lugares seguros”, aseguró. En cambio, el portavoz de las FDS acusó al EI de utilizar a los civiles como escudos humanos, disparar contra ellos e impedirles huir. Las FDS lanzaron hace ocho meses la ofensiva para conquistar Raqqa, conocida por las ejecuciones que los jihadistas perpetraron allí desde que se hicieran con el control de la ciudad, en el 2014.

La ONU expresó ayer su preocupación por las numerosas muertes de civiles y urgió a proteger a la población. Naciones Unidas aludió a las informaciones del OSDH que calificó de no confirmadas y dijo que está profundamente preocupada. “Estos ataques, de confirmarse, son un impactante recordatorio de que los civiles siguen pagando el precio del conflicto en muchas partes de Siria”, dijo el portavoz de la organización Stéphane Dujarric en su conferencia de prensa diaria. “En los últimos días y semanas, multitud de civiles supuestamente han muerto y han resultado heridos en la ciudad de Al Raqqa por ataques aéreos y bombardeos y hasta 25 mil personas continúan atrapadas en el fuego cruzado”, añadió.

Paralelamente, el ejército libanés aseguró ayer en un comunicado que reconquistó la mayor parte de una región montañosa fronteriza con Siria durante una operación para expulsar al EI. Esa operación se inició el sábado en Jurud Ras Baalbeck y Jurud al-Qaa, en el este de Líbano, donde el EI dominaba unos 120 kilómetros. Cuatro soldados murieron en los ataques.