Serios disturbios se produjeron ayer en la comisaría 10ª de Darregueira al 1100 que obligaron a desplegar un fuerte operativo policial en la zona. Un preso agredió al jefe de la seccional durante el control de rutina matutino y otros se le sumaron. Además del comisario, dos detenidos resultaron heridos. Los tres recibieron asistencia médica en el hospital Alberdi. Al momento de los disturbios, había 43 detenidos en una comisaría con capacidad para 12. En cinco días, en el departamento Rosario hubo dos fugas de presos en distintas comisarías y disturbios en otra seccional. El factor en común de todos los hechos es la sobrepoblación carcelaria que tienen las dependencias policiales, que alojan actualmente a 444 internos en edificios cuya capacidad es de 142. Ante este panorama, desde el Ministerio de Seguridad se espera la habilitación de nuevos pabellones en las cárceles de Piñero y Las Flores (Santa Fe) para absorber reclusos de las dependencias policiales. Ayer el ministro de Seguridad de la provincia, Claudio Brilloni, encabezó el acto de ingreso de 600 nuevos aspirantes a suboficiales del Servicio Penitenciario (ver aparte). Al respecto, Brilloni manifestó: “Este es un acontecimiento importante ya que las políticas públicas de gestión en materia de seguridad incluyen las políticas en materia carcelaria".
El jefe de la Policía de Rosario, Daniel Acosta, fue hasta la seccional de la zona norte a supervisar el procedimiento y luego brindó una conferencia de prensa ante los medios. "El jefe fue a hacer un control del penal, uno de los detenidos comenzó a increparlo hasta que lo agredió físicamente. Se acercaron otros más y lograron golpear al jefe, que quedó con una herida cortante en el pómulo por la cual le hicieron dos puntos", indicó. "Él ingresó con dos efectivos, el resto se quedó atrás de la reja. Cuando empezó la situación el resto ingresó y se originó un encontronazo con el personal policial", agregó Acosta. En ese sentido trascendió que dos internos resultaron heridos. A los pocos minutos, según explicó el jefe de la URII, "el personal pidió apoyo, llegaron otras unidades y se controló la situación".
“El jefe de la comisaría sufrió una herida cortante en el pómulo izquierdo y tiene golpes en el cráneo. Fue trasladado a un hospital. Otros dos agentes tenían escoriaciones”, afirmó. “En esta seccional hay capacidad para doce reclusos y hay 48, estamos superados ampliamente, el personal no está preparado para dedicarse a la custodia de detenidos: no es su función”, expresó Acosta. Y agregó: “Esto complica sus funciones y también implica demanda de patrulleros para traslados, que repercute en el servicio de móviles en la calle, en Rosario -que es lo que a mí me incumbe- hay 142 plazas en las doce comisarías con módulos, pero en este momento hay 444 detenidos, esto complica mucho”.
"El hacinamiento genera cambios emocionales para los detenidos, están todos amontonados", indicó Acosta. "Sabemos que la situación carcelaria está sobrepasada por la superpoblación. Eso genera que no se otorguen cupos de traslados para los detenidos. Si las cárceles están saturadas las comisarías también", agregó el jefe policial.
La comisaría 10ª ya había sido noticia el 4 de marzo pasado, cuando tres presos se escaparon después de atacar a un policía, quien además sufrió una herida de arma de fuego en el tórax, aunque se desconocía si había sido un disparo accidental de una compañera o si fue producto del forcejeo con los reclusos.
Este martes, minutos antes de las 21, se concretó otra fuga en otra seccional de barrio Belgrano. Jonatan Nahuel Goitía, de 24 años, escapó por el patio de la comisaría 14ª, ubicada en pasaje Marcos Paz al 6600. El hombre estaba alojado en ese edificio policial desde el viernes de la semana pasada, cuando fue arrestado por intentar llevarse la moto de un hombre de 41 años a quien amenazó con un cuchillo tipo Tramontina. Goitía fue recapturado por el Comando Radioeléctrico en una casa de Brasil y Monte Flores, en la zona oeste. Junto a él fueron aprehendidos dos jóvenes que fueron acusados de encubrimiento.
A los incidentes de este miércoles y la evasión del martes se suma un antecedente reciente, que es el escape del pasado sábado de 16 reclusos de la comisaría 24ª de Granadero Baigorria, que subieron al techo del patio del penal a través de sábanas, limaron barrotes, cortaron un tejido y huyeron. De los 16 presos, siete fueron recapturados en operativos montados en cercanías a la seccional y fueron llevados a audiencia imputativa en el Centro de Justicia Penal por el fiscal César Cabrera. La jueza Silvana Lamas dio la prisión preventiva efectiva por el plazo de un año para todos (ver aparte).