En la convocatoria a la 3ª Marcha contra el Gatillo Fácil, los organizadores sostienen que “denunciamos que no se trata de uno, dos o mil policías sino de toda la institución, así como todas las otras fuerzas represivas: gendarmes, prefectos, penitenciarios, etcétera, y que el responsable es el Estado. Pero también decimos que Cambiemos, desde que llegó al poder a fines de 2015, no hace más que profundizar y extender estas prácticas a la par de una política económica de hambre, llevando más policías a nuestros barrios, eliminando cualquier derecho para las personas privadas de su libertad buscando que mueran en las cárceles como se repite a diario por los medios de comunicación que responden a los intereses del sector más reaccionario de la sociedad, reprimiendo la protesta social, buscando bajar la edad de imputabilidad, y liberando a los represores del genocidio de estado de los ‘70. Esta política se refleja por ejemplo en las últimas absoluciones a los represores de gatillo fácil como los asesinos de Omar Cigarán, Kiki Lezcano y Ezequiel Blanco, entre otros muchos casos, dejando claro a quién responde el Poder Judicial, que no es más que otra pata del aparato represivo, y que es inútil esperar justicia de jueces y fiscales, la justicia la hacemos nosotros en las calles.”