“En esta tercera edición, reventamos de público, estaba todo llenísimo. Podríamos haber hecho tres funciones de cada evento y se hubieran llenado igual porque la demanda está. Si no las hicimos fue simplemente porque ya no teníamos más plata”. Quien habla es Omar Álvarez, artista, director de la compañía titiritera que lleva su nombre, fundador del Centro Cultural Espacios de Villa Ballester y creador del festival de títeres y objetos animados “Mundo Títere Fest”. Desde 2019, este festival se plantea como una propuesta regional e inclusiva que convoca a compañías de todo el país y el mundo con el fin de fortalecer la red cultural bonaerense y valorizar la actividad artística de la provincia. Se trata de una experiencia de gestión cultural única que articula artesanalmente recursos estatales, privados y voluntades vecinales para cumplir en cada edición con sus ambiciosas propuestas siempre de forma gratuita y al alcance de todos.

Construir más allá de Capital

Si bien el festival de títeres y objetos animados Mundo Títere Fest nace hace apenas cuatro años, su lugar cultural en Villa Ballester está intrínsecamente ligado a la trayectoria artística del bonaerense Omar Alvarez. En 1998, Alvarez fundó junto a su compañía el Centro Cultural Espacios en Villa Ballester. Era una época donde, según contó el artista, “ nadie sabía qué era un centro cultural”. Desde este espacio, y lentamente, la “Compañía Omar Alvares Títeres” construyó una enorme actividad cultural en el Municipio de San Martín y llevó a escena toda una serie de propuestas teatrales que recorrieron el mundo, fueron premiadas internacionalmente y traducidas a más de diez idiomas.

Dentro de esta amplia trayectoria artística con un fuerte eje territorial bonaerense, nació en 2019 Mundo Títere Fest como un festival de proyección internacional desarrollado en la localidad de Villa Ballester. “Si bien estamos cerca de Capital, la General Paz sigue funcionando como un Muro de Berlín cultural. Históricamente somos los bonaerenses los que debemos ir a Capital para estudiar y asistir a eventos culturales. Desde el inicio, nos propusimos como festival cambiar eso. En este sentido, me importa traer compañías de interior y privilegiar la producción bonaerense. Lo que sucede en capital está ya legitimado por ser de capital, entonces me parece fundamental convocar otras propuestas. Esto no es que sea excluyente, pero sí no es prioritario. Es importante que el festival presente un muestreo de otras estéticas que, finalmente, traiga al público de CABA a la provincia”, afirmó Alvarez.


Gestionar colectivamente

Este ambicioso proyecto cultural, que busca convocar cada dos años obras de primer nivel para que se presenten en la provincia de Buenos Aires, necesita, sin embargo, de una enorme y compleja estructura de gestión. Sin ir más lejos, en esta edición, signada por la crisis económica y el año electoral, Mundo Títere Fest logró ofrecer de forma gratuita una veintena de espectáculos provenientes de toda la provincia, una exposición artística, diversos espacios de formación con proyección a todo latinoamérica y una obra internacional a cargo de la compañía británica String Theatre.

La realización de todos estos eventos fue posible gracias a que el festival de Omar Alvarez logró desplegar una serie de estrategias de cogestión que articularon fondos estatales, privados y, fundamentalmente, voluntades artísticas y vecinales, que aportaron recursos para que este evento pudiera suceder. Desde el alimento y el hospedajes para los artistas invitados, hasta el traslado de equipos técnicos y sueldos, fueron resueltos casi artesanalmente encontrando para cada caso una solución innovadora.

El principal aporte que recibió Mundo Títere Fest en esta edición provino de una serie de instituciones y programas estatales, como pueden ser el Instituto Nacional del Teatro, la Municipalidad de San Martín, el Fondo de fomento de las artes escénicas del Municipio, el Instituto de Cultura de la provincia de Buenos Aires, la Universidad Nacional de San Martín, la UNIMA Argentina, la Fundación Hernandiana, el Centro Cultural de la Cooperación, el Complejo Teatral de Buenos Aires y el MICA. Sin embargo, los distintos recursos que ofrecieron estas instituciones si bien fueron fundamentales, no alcanzaron para un festival teatral de esta magnitud.

“Un poco el concepto es como cuando en una fiesta no hay plata para la comida y cada uno trae su plato y finalmente se arma una gran cena. Con plata o sin plata hay que hacer un trabajo solidario para que estos espacios se puedan sostener”, afirmó Alvarez sobre las estrategias comunitarias que encontró su festival para sostenerse a lo largo del tiempo. “El hospedaje lo realizamos con una red de casas de vecinos que recibieron a los artistas del interior. Los artistas bonaerenses colaboraron mucho, también. Por ejemplo, hubo una función en exteriores para la que necesitábamos recursos técnicos que no teníamos. Para solucionarlo, convoqué a todos los colectivos de la provincia que habían recibido un subsidio de equipos para que nos lo prestaran por la jornada. Lo que se armó fue increíble”, contó Omar Alvarez.

Así, la tercera edición de Mundo Títere Fest articuló, como en sus ediciones pasadas, toda una red colectiva que solo fue posible gracias a la presencia territorial de la Compañia Omar Álvares a lo largo de los años. “Creo en la figura del festival como una institución que se debe sostener más allá de los días que tiene lugar el festival. Estamos constantemente vinculados con distintos festivales, mantenemos relaciones con las embajadas que son fundamentales, colaboramos e intercambiamos obras con otros colectivos para que esta red se sostenga a lo largo del tiempo”, afirmó el director del festival.

Fue esta misma presencia territorial la que aseguró que su programación tuviera todas las funciones agotadas y recibiera público de todas las edades y localidades del país. Si bien en los últimos años la escena cultural de San Martín creció notablemente, su éxito como festival se puede explicar únicamente a través del vínculo de confianza que la Compañía estableció con la comunidad de vecinos a lo largo de su historia.


Un futuro promisorio para los titiriteros

“Creo que la unión regional tiene una potencia impresionante. Yo quiero ir por ese lado y por lo federal. La expectativa máxima a nivel territorial es que todo el mundo registre nuestra presencia. En el mundo hay ciudades amigas de los títeres donde los festivales se instalan y todos los vecinos quieren formar parte. A mí me encantaría generar eso, un festival que incluya a todos”, afirmó Omar Alvares sobre el futuro de Mundo Títere Fest en el Municipio de San Martín. Un futuro que, según reconoció, es muy diferente al que se encontró cuando inició su actividad cultural en la década del noventa. “Como tenemos la UNSAM, desde hace unos años para acá hay muchos titiriteros viviendo en San Martín. Hay una identidad titiriteros, algo que es muy promisorio para un festival. Entonces, no sé si lo tendremos que sostener nosotros o le pasará a otros muchos nuevos titiriteros de la región”, concluyó con entusiasmo el artista.