Más de 500 presos recluidos en el penal de Villa Urquiza, en Tucumán, comenzaron una huelga de hambre para protestar por la imposición de exámenes de orina para detectar consumo de sustancias prohibidas como requisito para acceder al régimen de salidas transitorias. La ley 24660 establece que a los presos que hayan cumplido el 50 por ciento de la condena les corresponde este beneficio, pero el Juzgado de Ejecución Penal de la capital tucumana implementó el nuevo requisito, que obliga a los presos a realizarse un análisis de orina. La semana pasada, cerca de 200 internos presentaron un escrito para comunicar el inicio de la huelga; luego se sumaron otros internos, hasta llegar a los 523 actuales, informó el director del penal, Guillermo Snaider.