En noviembre del año pasado, el ya ex fiscal Benito Pont brindó declaración indagatoria para explicar por qué durante años obstaculizó las investigaciones sobre prostíbulos y trata con allanamientos cantados, por qué las clausuras siempre resultaban violadas y por qué no se excusó de actuar en la tramitación judicial de un caso que afectaba su cuñado, el ex gendarme, y una ex socia suya. La declaración se extendió durante dos jornadas, a lo largo de las cuales, como informó entonces este diario, el ex fiscal dijo estar “dolorido” por la acusación.

Dijo que la relación con su cuñado, Viero, era “distante” porque vivía lejos, y que se había enterado hacía poco de que era propietario del Hotel Momentos, uno de los lugares que la investigación identificó como parte de los espacios usados para explotar sexualmente a al menos 38 mujeres.  En la declaración, Pont dijo que la investigación que lo sindicó como parte de la banda “se asemeja más a un informe de inteligencia efectuado por legos que a un requerimiento de instrucción penal”, que él no era “un imputado común”. También responsabilizó al titular de la Protex, Marcelo Colombo, por no darle participación en la investigación que terminó por involucrarlo, y porque solía pedirle “informes permanentemente”, algo que obstaculizaba su “tarea específica”.