La represión del viernes agrava una tendencia que ya se registraba nítida: el aumento del uso de la violencia policial como disciplinador de los reclamos sociales. Según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), entre enero y julio de este año se acumularon 39 hechos de represión. “La política represiva no parece concentrarse en un solo sujeto social”, indica el informe al señalar que hubo palos para todos: “se reprimió a vecinos que reclamaban asistencia ante las inclemencias climáticas, a pueblos originarios”, tras la marcha de las Mujeres, “a vecinos que pedían justicia por casos de gatillo fácil, a maestros, y a movimientos sociales que solicitaban ayuda habitacional y alimentaria”.
Como contracara del ajuste y la redistribución del ingreso, la represión “es un mecanismo de ‘contención’ del conflicto, de sofocar los reclamos y como mensaje a futuras protestas”, apunta el CEPA. A continuación, algunos de los hechos:
En enero: En Chubut, dos integrantes de la comunidad Lof de Resistencia Mapuche debieron ser hospitalizados por la represión de Gendarmería y la policía provincial. La policía de Santa Fe desalojó a vecinos del Barrio Las Flores, que hicieron un corte por los daños que dejó un temporal. También inundados de San Nicolás que hacían una olla popular en reclamo de agua y alimentos, fueron reprimidos. También le tocó a los manteros de Once y a feriantes de Guaymallén.
En febrero: reprimieron a trabajadores de ATE-Río Negro que manifestaron contra una visita del presidente Mauricio Macri. También hubo golpes contra cooperativistas en Caleta Olivia, contra manifestantes del Polo Obrero en el Chaco y a vecinos que reclamaron en Carlos Paz por un joven asesinado.
En marzo: Tras el cierre de la marcha de Mujeres, en la Capital, la policía tiró gases lacrimógenos. También reprimieron a vecinos en La Plata y a despedidos en Córdoba.
Abril: La policía gaseó a los docentes cuando montaban la escuela itinerante en Congreso. La Gendarmería aplicó protocolo antipiquete para desalojar a los grupos de izquierda.
Mayo y junio: fueron reprimidos municipales en Catamarca, vendedores ambulantes en el Chaco, estatales en Salta, protestas de organizaciones sociales en Chaco y la Ciudad de Buenos Aires.
