Como un gesto para mostrar actividad, el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, y el de Justicia, Santiago Otamendi, viajaron a Esquel y se reunieron con el juez Guido Otranto. En el encuentro, según señaló a este diario uno de los participantes, coincidieron con el magistrado en que “los testimonios que hay hasta ahora no son creíbles”. Le ofrecieron acelerar algunas de las pericias, como las informáticas. También le ofrecieron la colaboración a la familia de Santiago Maldonado y a la comunidad mapuche, pero no tuvieron éxito. “No hay ningún encubrimiento, estamos poniendo todo en favor de la investigación”, aseguró Avruj luego del encuentro con el juez. “La de Gendarmería es una de las tantas hipótesis y hoy no hay ningún indicio cierto que los involucre”, minimizó Avruj. Sobre la reacción tardía que llegó a criticarles su aliado radical Ernesto Sanz, Avruj dijo: “Yo no comparto eso, desde que me tocó a mí decir el primer día dije públicamente que nos tenía ocupado con mucha preocupación. En ningún momento el gobierno estuvo apartado de esta situación tan delicada”.