El gobierno nacional prorrogó hasta 2028 el Régimen de incentivos fiscales y aduaneros para la industria textil en la provincia de Tierra del Fuego, aplicando una disminución gradual de los mismos a partir de 2025. La decisión sigue la línea de la protección de la industria nacional y los puestos de trabajo que plantea la plataforma de Sergio Massa, y es acorde a su vez con el amparo de las cuentas públicas ya que los beneficios disminuirán progresivamente. Los empresarios del sector auguraban esta prórroga pues se habían quedado afuera de la extensión de los beneficios fiscales al subregimen electrónico en el año 2021.

El Régimen excluye a la industria fueguina del pago del IVA, del Impuesto a las Ganancias y de los aranceles de los insumos importados. Fue sancionado en 1972 por ley, de modo que tiene más de 50 años de vigencia, y ahora suma otros 5 años para el sector textil y 15 para la electrónica (que se prorrogaron en 2021). 

El Régimen compite, en ambos rubros, con los incentivos especiales de la Zona Franca Manaos, en Brasil, que son similares a los locales pero rigen hasta 2073. En el caso de la industria textil, aplica significativamente sobre empresas dedicadas a la tejeduría plana o textiles para el hogar radicadas en Tierra del Fuego.

En 2021 el subrégimen de beneficios para la industria electrónica de Tierra del Fuego se prorrogó hasta 2038. Es un controvertido esquema de apoyo al sector, con elevados costos y escasos compromisos de inversión para las empresas, algunas de las cuales ya son grandes beneficiarias del amparo estatal como Mirgor y Newsan, que sobresalen entre las más de 30. 

Con la prórroga de 2021 se instó a las empresas a invertir 1.500 millones de dólares durante esos 15 años para diversificación de infraestructura y nuevos proyectos. Por otro lado, el gobierno planteó revisar los incentivos del Régimen en la separata del Presupuesto 2024, donde se analiza su impacto sobre las cuentas públicas (estimado en 0,33 por ciento del PBI para dicho año).

El mantenimiento de los beneficios fiscales del régimen fueguino tiene que ver con sostener la producción nacional y los puestos de trabajo, al tiempo que se amplía la matriz productiva de la provincia más austral del país. De acuerdo con el texto del decreto de prórroga, las empresas textiles dan cuenta de más de 900 puestos de trabajo directo (esto es el 10 por ciento del empleo registrado provincial) y representan cerca del 20 por ciento de las industrias radicadas en Tierra del Fuego.

En ese sentido, funcionarios provinciales ponderaron el trabajo en conjunto con el ministerio de Economía. “Con esta decisión más de 1.000 familias directas tendrán mayor certidumbre. Estamos contentos por las y los trabajadores. Ha quedado demostrado el gran respaldo del gobierno nacional con el subrégimen industrial y vamos a seguir trabajando por recuperar aquellas industrias que necesitan apoyo”, manifestó el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, a través de un comunicado. El mandatario contó además que Sergio Massa “se comunicó personalmente” para informarlo de la firma del decreto.

Por otra parte, con el objetivo de reducir los gastos tributarios del Estado en materia de regímenes promocionales, el gobierno dispuso también una reducción gradual de los beneficios impositivos de 2,3 puntos sobre el promedio de los últimos diez años. Es decir que en 2025 los mismos equivaldrán al 97,7 por ciento de los registrados entre 2013 y 2023, en 2025 al 95,4 por ciento, en 2026 a 93,1 y en 2028 a 90,8 por ciento. 

En tanto, las empresas –que tendrán tiempo para adherirse voluntariamente hasta el próximo 30 de noviembre- deberán acreditar que están cumpliendo con sus obligaciones tributarias y previsionales, y que están realizando los aportes mensuales correspondientes al Fondo para la Ampliación de la Matriz Productiva Fueguina (FAMP - Fueguina).

El sector textil es el segundo en relevancia, detrás del alimenticio, en materia de creación de empleo. Es un sector fundamentalmente federal con peso relevante en el norte del país, en la zona de CABA y provincia de Buenos Aires y también en el sur, con sus especificidades. Desde la salida de la pandemia permitió la creación de más de 13.000 nuevos puestos de trabajo, como informó Pro Tejer días atrás. Este sector y otros necesitan de regulaciones que los impulsen y favorezcan su consolidación en el mediano plazo.