La ex presidenta Cristina Kirchner volvió a las recorridas cuerpo a cuerpo ayer en Avellaneda. La candidata a senadora de Unidad Ciudadana caminó unas cuadras por un barrio del municipio junto al intendente Jorge Ferraresi y generó un considerable revuelo dado la cantidad de gente que quiso acercarse a saludarla. En su mensaje, Cristina Kirchner volvió a mostrar su preocupación por el aumento del desempleo y reclamó al Gobierno “un cambio de rumbo en la política económica para volver a poner al trabajo como el gran organizador social”. Además, a propósito del pedido para que la indaguen presentado por el fiscal Gerardo Pollicita por el memorándum con Irán, consideró que el estado de derecho está “terminado”. “Los fiscales y jueces pueden firmar cualquier cosa que le manden de la Casa Rosada”, aseguró.

“Recién leía las cifras de desocupación de la parte sur de la ciudad de Buenos Aires que son de casi un 17 por ciento. En el distrito más rico del país de cada 10 personas 4 no tienen trabajo, las horas que trabajan no son las necesarias para poder mantenerse o directamente están en negro”, precisó la ex presidenta en una improvisada rueda de prensa. En este sentido, afirmó que estamos ante “un aumento exponencial de la desocupación en apenas un año y medio de cuatro puntos en el sur, de dos puntos en el total de la Ciudad y que les voy a contar en el Conurbano que tanto había costado bajar a un dígito y que en apenas un año y medio tenemos casi 12 por ciento según la última medición que ahora debe estar más alta”.

Ferraresi la acompañó en la recorrida por Villa Corina, un barrio humilde de Domínico, donde visitaron la escuela técnica N° 2, el polideportivo municipal, un centro de jubilados, la sede del programa Envión y un jardín maternal, lugares mantenidos gracias al presupuesto municipal. Las ganas de la gente por acercarse y conseguir una foto dio para algunos momentos de desbordes, pero CFK dijo que no quería vallados para facilitar el contacto.

La candidata a senadora indicó que su única aspiración “es que se pueda entender desde algún lado del gobierno nacional la necesidad de cambiar el rumbo y la política económica”, ya que “es necesario un cambio de rumbo económico para volver a poner al trabajo como el gran organizador social”.

En otro tramo de ese contacto con la prensa la consultaron sobre el pedido de indagatoria del fiscal Gerardo Pollicita al resucitar la denuncia del fallecido Alberto Nisman por el Memorándum con Irán. Le preguntaron si se creía víctima de una persecución judicial. “No sólo lo creo. La hay, y si algo faltaba como prueba es esta absurda acusación de encubrimiento de la AMIA”, respondió.

Según Cristina Kirchner “lo que revela esta acusación es que se ha terminado el estado de derecho en la República Argentina y que los fiscales y jueces pueden firmar cualquier cosa que le manden de la Casa Rosada”. En este sentido, agregó que “da vergüenza decir que se quiso encubrir un atentado terrorista que ocurrió en 1994 cuando en 1994 yo era diputada provincial y Néstor Kirchner era gobernador. Si hubo encubrimiento fueron por otro lado”.

La ex presidenta resaltó la “gravedad” de la caída del estado de derecho “que se visibiliza no solamente en un caso de persecución judicial sino también en todo un país que está reclamando dónde está Santiago Maldonado y en el mundo que está hablando de Santiago”, concluyó.