En la lista de luchas vecinales por la recuperación de cines de barrio hay una que se destaca por su antigüedad: la del Cine El Plata, en Mataderos, que ya lleva diez años. A diferencia de otras que pertenecen a dueños o empresas privadas, esta sala ya fue adquirida por el Estado, que ahora interrumpe su funcionamiento. Hace unos días, y en medio de intensas acciones para que se reactiven las actividades propias de un centro cultural, la coordinadora vecinal recibió dos aparentes buenas noticias: la Justicia aceptó a los vecinos como actores en el proceso judicial y la Defensoría del Pueblo reclamó al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que disponga con urgencia las medidas tendientes a reiniciar las obras para su recuperación.

La historia se remonta a 2007, cuando Mauricio Macri, flamante Jefe de Gobierno, manifestó su intención de demoler el cine que dos años antes había adquirido el Gobierno durante la gestión de Aníbal Ibarra, tras casi dos décadas de cierre. Cerca de cincuenta vecinos se organizaron y consiguieron hacer retroceder aquella acción. Obtuvieron el compromiso de Hernán Lombardi, ministro de Cultura porteño, de construir un centro cultural, algo que comenzó a hacerse durante su gestión (en 2011 se inauguraron dos microsalas), aunque con interrupciones que obligaron a recurrir a la justicia. Pese a que el macrismo pagó a la empresa licitante 20 millones de pesos, la obra avanzó hasta un 60 por ciento y desde octubre de 2015 está paralizada, manteniendo al cine cerrado.

“Cada día que pasa es peor. El inmueble se está deteriorando, las goteras en el techado que se hizo nuevo arruinan las alfombras, las butacas y las paredes. Las autoridades dicen que no cuentan con fondos para terminar el centro cultural, pero se olvidan que eso significa incumplir con una sentencia judicial y con la ley de 2008 que protege al cine como patrimonio cultural”, cuenta a PáginaI12 Walter Ordoñez, referente de la Coordinadora En Defensa del Cine El Plata, que hoy reúne a miles de vecinos e integrantes de organizaciones sociales.

El 5 de agosto la organización vecinal volvió a presentarse a la Justicia para solicitar que se active una sentencia de 2013 que intima al gobierno porteño a reactivar las obras. La semana pasada, el juzgado donde quedó radicada la causa solicitó el traslado,es decir que aceptó a los vecinos como actores en esta nueva presentación judicial, reconociendo su condición de litigantes. Por otro lado, la Defensoría del Pueblo, con la firma de Alejandro Amor, reclamó  al Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte, al de Cultura y a su Dirección General de Museos, de la que depende El Plata, que reanuden de forma urgente las obras.

“Seguimos porque consideramos que tenemos derecho a exigir que la ley se cumpla. Los vecinos tuvimos que aprender de juzgados, de secretarias, de notificaciones, pero no vamos a parar porque queremos disfrutar de los espectáculos del centro cultural”, afirma el referente sobre el espacio ubicado en Juan B. Alberdi 5751, al que muy paradójica y cínicamente el gobierno del Pro define en su página web como “uno de los más importantes de la zona sur de la Ciudad.”