Cinco países europeos, entre ellos Francia y Alemania, solicitan reglas más flexibles para poder reintroducir los controles fronterizos en el interior del espacio de libre circulación europea Schengen, cuando existan amenazas sobre la seguridad.

Cuatro países de la Unión Europea –Francia, Alemania, Dinamarca y Austria– y Noruega como nación del espacio Schengen estiman que las reglas actuales son demasiado rígidas para enfrentar el auge de la amenaza terrorista.

Las actuales reglas limitan a seis meses (y a dos años en un caso excepcional) la reintroducción de los controles fronterizos en caso de “amenaza grave”, si bien estos países estiman que esto “no se adapta a las necesidades en un contexto de amenaza terrorista a largo plazo”, según el documento conjunto.

Los cinco países que presentarán sus propuestas mañana en Bruselas en una reunión de los ministros de Interior europeos instan así a la Comisión a modificar el código Schengen y, en concreto, a aumentar a “dos años” (y a cuatro años en un caso excepcional) el período autorizado.

Tras los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París, que dejaron 130 muertos, Francia decidió reintroducir los controles fronterizos con sus países vecinos, motivado en una amenaza terrorista. La última de las prolongaciones sucesivas expira el próximo 31 de octubre.

Otros países –Austria, Alemania, Dinamarca, Suecia y Noruega– también introdujeron desde 2015 sus controles fronterizos en plena crisis migratoria para evitar la entrada de migrantes, argumentando otro de los motivos previstos en Schengen.

Estos controles expirarán el 11 de noviembre de 2017 y, en este sentido, la Comisión Europea dijo que no concederá ninguna nueva prolongación en base a motivos migratorios.