Este Parque Nacional está en las antípodas de los más visitados de la Argentina: a punto de cumplir 20 años desde su creación, con el objetivo de proteger la principal población de vicuñas en nuestro territorio, sigue siendo de un acceso particularmente difícil y situado fuera de los rumbos turísticos habituales. Abarca unas 170.000 hectáreas en el norte sanjuanino e integra la Reserva de la Biósfera San Guillermo, con paisajes propios de la ecorregión Punta y Altos Andes (en menor medida, también monte de sierras). En estos territorios áridos de altura conviven vicuñas y guanacos, adaptados a la altura de la misma forma que el ñandú cordillerano, los pumas y los zorros colorados que también habitan por aquí.