Desde Santa Fe.

Uno de los fundadores del Frente Progresista reveló esta semana que la alianza de partidos que le permitió acceder a la Casa Gris en 2007 y gobernar la provincia desde hace diez años, en tres turnos consecutivos, ya cumplió su ciclo. "El deterioro es evidente, no es una cuestión de interpretación o de lectura política, es un hecho objetivo. La realidad llegó, el resultado de las primarias dejó a la vista un proceso político que se venía manifestando desde hace mucho tiempo", dijo en un diálogo con Rosario/12, en el que pidió reserva por razones obvias. Y adelantó que después de las legislativas de octubre, el socialismo y sus aliados deberán replantear su estrategia política ante la polarización entre el Frente Justicialista y Cambiemos que sujeta la tercera vía y podría repetirse en 2019. 

La causa del "deterioro" ‑como la llamó‑ se conoce. El vaciamiento del Frente Progresista comenzó con el pase de los radicales macristas a Cambiemos, liderados por presidente del comité nacional de la UCR, José Corral y su homólogo en Santa Fe, Julián Galdeano, quien preside el comité provincial. Y siguió en las primarias de agosto con la fuga de votos antiperonistas a la lista de candidatos a diputados nacionales que encabeza el amigo de Corral y el ex rector de la UNL Albord Cantard.

La semana pasada, la fractura quedó expuesta con un operativo de Galdeano que habilitó la salida de tres funcionarios del gabinete de la intendenta Mónica Fein, entre ellos el ex secretario de la Producción Ignacio Del Vecchio, un todo terreno que antes era secretario de Control de las Fuerzas de Seguridad en el gobierno de Antonio Bonfatti. La triple renuncia "sorprendió" a los socialistas, según admitió la fuente. Galdeano la justificó en un supuesto cansancio político por "destrato" y "ninguneo", pero sus ex socios consideran que la causa era "generar un hecho político en Rosario con una excusa equis".

 

Corral y Galdeano "quieren generar hechos políticos para terminar de romper el Frente Progresista".

 

"Si hubieran tenido algún grado de lealtad política" con la intendenta Fein y el Frente Progresista, Del Vecchio y compañía "se tendrían que haber ido después de las elecciones de octubre", pero el propósito era "generar una situación política" de crisis, comentó la fuente. "Lo que vemos de todos estos muchachos ‑como llamó a Corral y Galdeano‑ es que quieren hacer la mejor letra posible ante Cambiemos y el gobierno" de Mauricio Macri. "Todo lo que hacen, todas las actitudes que tienen (los radicales macristas) es exclusivamente quedar bien con el PRO. Es lo que se ve, no hay otra lectura".

¿Congraciarse con Macri? ‑se le preguntó.

‑ Si. Lo que quieren es generar hechos políticos" para terminar de romper el Frente Progresista ‑contestó. La estrategia del socialismo es no responder y mantenerse en  "un perfil lo más bajo posible". El objetivo de Galdeano era producir "un hecho político" y "lo logró, porque la noticia fue la salida de los tres funcionarios del gabinete municipal".

¿Y esto tuvo impacto en el Frente Progresista?

‑ Si. De hecho el deterioro del Frente es evidente y progresivo, ya no es una cuestión de interpretación o de lectura política, es un hecho objetivo de la realidad. Después de octubre veremos como sigue, pero habrá que replantearlo" porque la fractura con los radicales de Corral y de Galdeano no tiene arreglo. "La realidad llegó, las elecciones primarias dejaron a la vista un proceso político que se venía manifestando desde hace mucho tiempo", completó.

La visión interna en el Frente difiere con el discurso público de Miguel Lifschitz y de sus ministros (ver nota aparte). El miércoles, cuando le preguntaron por la salida de los macristas del gabinete de Fein, el gobernador lo consideró "un coletazo propio del proceso electoral. Eran funcionarios que no se sentían cómodos en un equipo de trabajo, pero eso no afecta para nada el funcionamiento del Frente Progresista en la provincia", aclaró.