Mandatos

Sara tiene 3 años y medio, sentada en la mesa escucha cómo su madre le cuenta a su tía sobre el "noviecito" del jardín. El padre de Lucía de 15 años le pregunta a ella si llevará a su novio a su cumpleaños, sin antes preguntar por la existencia de esa relación. Natalia, en sus veinte, se ve sometida todos los domingos a un interrogatorio sobre por qué nunca se le conoció ningún "pretendiente". Estas escenas se repiten a lo largo de la vida de las mujeres, que interpretamos el papel de espectadoras.

Desde pequeñas nos enseñan, entre tantas otras cosas, que nuestro sueño soñado será estar al lado de un varón. También nos inculcan tanto a niñas como a niños, cómo tenemos que amar, cómo entender el amor, nos enseñan a sentir posesión por el otrx, como si fuéramos cosas, dueñxs de las decisiones y los cuerpos de los demás, al tiempo en que el amor entre personas del mismo sexo se penaliza.

Las mujeres aprendemos a construir nuestras existencias en torno a estos mandatos: "Enamorarse no depende de la voluntad, es inaccesible a la razón. El amor lo puede todo. Por amor se hace cualquier cosa. El verdadero amor es incondicional". Un sinfín de mitos y afirmaciones suman a la monogamia y heterosexualidad obligatoria, pero el mayor problema es que hacemos cuerpo con todos los mitos del amor romántico y depositamos nuestro destino en manos de alguien más.

Por su parte, la masculinidad hegemónica se monta sobre la expectativa del cumplimiento a rajatabla de los mitos por parte de la mujer con la que ésta masculinidad pretende encontrarse. En caso de desviaciones en relación a estas expectativas, se leen como desobediencias, es así que sobrevienen las distintas estrategias de disciplinamiento.

En el contexto que nos toca atravesar, el abordaje de la masculinidad resulta urgente. Y para ello, es necesario comprometer a los varones en la reflexión sobre los malos tratos en sus parejas. Quizás las efemérides nos abran las puertas a repensar nuestras formas de vincularnos, y cómo relacionarnos de otras maneras para que volvamos a ser protagonistas y que no se nos vaya la vida en eso.

Majo Gerez,

candidata a concejala

Frente Social y Popular