Después de darle forma al personal revisionismo de Los próceres (la patria es el orto), Los Vecinos re Contentos se lanzaron a un proceso creativo que le permitiera procesar los hechos ocurridos desde la asunción del macrismo. Fiel a la tradición del género de analizar el presente desde el humor y la acidez, la murga rosarina de estilo uruguayo pergeñó En cumbia, propuesta que los aproxima musical y estéticamente a las diversas corrientes del ritmo tropical y donde vuelven a apelar a la autocrítica como mecanismo de reflexión.

"Siempre apuntamos a algo más personal, la crítica no a terceros sino a lo propio, a lo que nosotros hacemos para que todo sea una cagada", apunta Agustín Scholer, integrante del proyecto que mañana, a las 21, estrenará En cumbia en el Galpón de la Música (Estévez Boero 980), en una función que contará con la participación especial de Sr. Mikozzi como presentador.

"Decir que Macri es malo y que nos van a hacer mierda es algo que van a decir todos, nosotros apuntábamos a poder decir algo más --remarca Scholer--. En este caso nos encontramos con ciertas cuestiones que nos tocan a todos. Por un lado, el fascismo que tenemos dentro, desde cruzarte de vereda cuando viene un pibe con gorrita hasta enajenarnos cada vez más, estando metidos cada vez más en la precariedad de uno y no contemplar la precariedad de los demás".

Entre la fauna que tiene presencia en este nuevo espectáculo aparecen también "los opinadores". "Son estos tipos, que también somos nosotros, que dan su opinión como eyaculadores precoces. Y está esta cuestión de que 'es mi opinión y que se respete', más allá de que sea una burrada, porque está 'el derecho a opinar'. En todo eso creemos que está parte del engendro de todo el mal que nos toca sufrir hoy", distingue el murguista, que aclara: "Siempre estamos señalando a terceros, y consideramos que ahí está el problema, en no hacerse cargo de las cosas que hace uno. Pero no nos gusta el perfil de la murga enciclopédica, o didáctica, que te dice que tal es malo o es bueno. Lo que queremos es plantear más preguntas que certezas, pero no por esto esquivarle al bulto o dejar de decir las cosas que pensamos, eso siempre está".

En ese ejercicio, Los Vecinos intentan erradicar la comodidad de la propia conciencia: "En lo que escribimos para la murga hay una cuestión intelectual, nos sentamos a analizar y conjeturar sobre cosas que pasan. Pero en este rol intelectual, también nos quedamos haciendo sapito en nuestro ego, en el 'yo no lo voté'. Y es verdad que no lo voté, pero también soy responsable por lo que pasa. No es el establishment, el capitalismo, la oligarquía o la burquesía, el problema somos todos, porque a Macri lo votaron los que teníamos al lado. Entonces el problema no es solamente del que teníamos al lado, sino también nuestro, que no estamos pudiendo crecer como sociedad".

Con esa propuesta, Los Vecinos llegarán el sábado al Espacio Cultural Nuestros Hijos (Ecunhi), en Ciudad de Buenos Aires, donde cerrarán el tercer encuentro de murgas con esas preguntas que buscan seguir despertando conciencia.