El ministro de Justicia, Germán Garavano, respaldó a Guido Otranto, el juez federal que tiene a cargo la investigación por la “desaparición forzada” de Santiago Maldonado, y cuestionó los pedidos de recusación en su contra, al sostener que “manchan” el proceso judicial. Además, consideró que la toma pacífica del juzgado de Esquel por parte de un grupo de mapuches fue “una muestra de desprecio por las instituciones”.

“Hay que apoyar al juez en las investigaciones que está llevando adelante”, afirmó el funcionario durante una entrevista por radio El Mundo, en la que hizo una cerrada defensa del magistrado que días atrás sostuvo que “la hipótesis más probable” sobre la desaparición de Maldonado es que el joven de 28 años “se podría haber ahogado” en el río Chubut.

Esa declaración fue la que le ganó la segunda de las recusaciones, la del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que advirtió que el juez había “perdido la imparcialidad” en la investigación. 

Garavano, quien antes de hacer explícita su defensa del magistrado había recomendado “ser respetuoso” de los procesos judiciales, sostuvo que los planteos contra el magistrado son parte de los “cuestionamientos” con que se impide que los casos “realmente importantes transcurran normalmente”.

La primera recusación había sido presentada por la familia Maldonado y corrió la misma suerte que la del Cels, que hoy debería ser resuelta por la Cámara Federal de Comodoro rivadavia. él la rechazó, con lo cual el planteo pasó a la Cámara de Comodoro Rivadavia. Ariel Garzi, amigo de Santiago y testigo protegido cuya identidad fue revelada por la ministra Patricia Bullrich, también denunció penalmente al magistrado por “encubrimiento agravado”, “incumplimiento de los deberes de funcionario público” y “omisión de promover la persecución y represión de los delincuentes”.

Para Garavano, “es una pena que un proceso judicial se manche de esta manera con recusaciones, planteos, cuestionamientos. Pareciera que en Argentina nunca podremos tener procesos judiciales sobre temas realmente importantes que transcurran normalmente, sin tantas interferencias”.

Garavano, por último, repudió “profundamente” la protesta de la víspera en el juzgado de Esquel y acusó a los mapuches de querer “avanzar sobre las instituciones”. En su opinión, el reclamo del apartamiento del juez “es una muestra de desprecio por las instituciones y la República que todos debiéramos repudiar”.