La campaña electoral alemana entró ayer en su recta final marcada por el dominio de la canciller Angela Merkel, a la que dan por vencedora los sondeos para las elecciones de mañana, y la sensación de que, pese a ese continuismo, nada será igual en el país tras el previsible acceso al Parlamento federal de la ultraderecha. Martin Schulz, líder del Partido Socialdemócrata alemán (SPD) es el principal rival de Merkel y lo sigue en tercer lugar el partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).