En estos días, una flamante edición especial de la revista Time emperifolla los puestos de diarios estadounidenses con sus 12 portadas alternativas: todas y cada una, presentando a algunas de las mujeres más influyentes del país del norte, pioneras que revolucionaron sus respectivos campos profesionales. Por caso, siendo la primera tenista en sumar 23 títulos en solitario del Gran Slam (Serena Williams), la primera candidata a presidente de un partido de peso (Hillary Clinton), la primera dueña y productora de su propio talk-show (Oprah Winfrey), la primera mujer en ingresar al Salón de la Fama del Rock&Roll (Aretha Franklin), la primera afroamericana en dirigir un film nominado como mejor película a los premios Oscar (Ava DuVernay), entre otras “primeras” a las que el ambicioso número –correspondientemente intitulado Firsts– dedica sus páginas. La curiosidad del caso, empero, es que para retratar a las rompedoras damas –atletas, científicas, políticas, abogadas, empresarias, etcétera– decidió la revista convocar a una ignota fotógrafa brasilera, Luisa Dörr (28 años), para que las capturara... con su celular. “Muchas de las mujeres a las que retraté dudaron cuando me vieron aparecer con un teléfono”, cuenta la muchacha que acabó eternizando a 46 personajes femeninos –entrevistados para un número que, además, será editado en formato libro– “acostumbrados a grandes cámaras, lentes, flashes, productores, maquilladores, una tropa de asesores y decorados y que, esta vez, se sometieron a la practicidad y el silencioso clic de un móvil”, tal cual enuncia el sitio Verne, que además subraya: “Son el primer portfolio de Time hecho con un teléfono”. En honor a la precisión, hecho con dos teléfonos: porque comenzó Luisa fotografiando a las reputadas con un iPhone 5S, y mudose luego al 7plus. Por lo demás, aclara la celebrada Dörr que “fotografiar con un iPhone no es más fácil que hacerlo con una cámara profesional. Hay que pensar en la foto de la misma manera, pensar en la composición y trabajar con la luz natural. El móvil fue escogido por la estética, pero la idea y la creatividad de cada foto no las piensa el iPhone, las pienso yo”. Ella y la editora de fotografía de Time, Kira Pollack, que llamó a la brasilera al ver su laburo en Instagram y quedar irremediablemente flechada por composiciones “tan sinceras como poéticas”.