Se realizó una marcha en reclamo por el libre acceso al lago Escondido, en el oeste de Río Negro, donde hubo una misa y un grupo comenzó a vadear el río Foyel para llegar hasta la cabecera de ese espejo de agua, a unos 50 kilómetros de la villa cordillerana de El Bolsón. La marcha, organizada por la Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua (Fipca), apunta a la traza de un camino de 24 kilómetros por el sendero de Tacuifí para unir la ruta nacional 40 con el lago, completamente rodeado por los terrenos de la estancia del empresario inglés Joe Lewis. Los manifestantes llegaron hasta el Foyel, donde un sacerdote ofició una misa, y luego un grupo de 30 militantes que portaba una imagen de la Virgen de Luján bendecida por el papa Juan Pablo II comenzó a vadear el río, con la intención de recorrer en unas tres horas los 9 kilómetros de distancia hasta el lago, para desarrollar allí algunas actividades culturales. En el lugar había presencia policial y también personal de la estancia, según lo acordado ayer en El Bolsón entre abogados de Lewis y la Fipca con la jueza Erika Fontela.