Las entidades que impulsan la independencia de Cataluña repartieron ayer miles de papeletas para votar en el referéndum soberanista que la región quiere celebrar el próximo domingo pese a la suspensión de la Justicia y el rechazo del gobierno central español.

Las agrupaciones Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural aseguraron haber distribuido un millón de papeletas por toda Cataluña durante una “maratón democrática” que incluyó actos a favor del referéndum en ciudades de toda la región y campañas para pegar carteles instando a votar en la polémica consulta.

“¡Los animo a todos a repartirlas por toda Cataluña. Votaremos, no podrán con nosotros!”, gritó el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, mientras lanzaba por el aire las papeletas durante un acto en el edificio histórico de la Universidad de Barcelona ante la ovación de miles de independentistas reunidos en el lugar.

“Nos dicen que decenas, centenares de miles se están repartiendo” por toda Cataluña, añadió Cuixart en el acto, donde también hablaron el presidente de la ANC, Jordi Sanchez, y la presidenta del “Parlament” regional catalán, Carme Forcadell.

El desafío soberanista sigue teniendo final imprevisible a falta de una semana para la votación. El gobierno central de Mariano Rajoy promete que no tendrá lugar y ha venido tomando diversas medidas para frenarlo, por lo que miles de catalanes salieron a las calles para reclamar su derecho a votar.

El miércoles, una operación policial contra la logística del referéndum acabó con 14 detenidos y la confiscación de diez millones de papeletas de voto y 1,5 millones de carteles electorales. Madrid dio así por desmantelado el referéndum, pero el gobierno catalán sigue adelante con su organización.

“Quedan siete días para votar e iniciar nuestro camino a la libertad. Serán duros, pero pase lo que pase con nosotros, recuerden que el objetivo es votar, no caigan en las provocaciones”, pidió Jordi Sánchez, de la ANC, durante el acto soberanista en Barcelona. 

El ambiente festivo contrastó con la tensión vivida en la ciudad de Zaragoza, donde una asamblea convocada por la alianza de izquierda Unidos Podemos para reclamar la celebración de la consulta en Cataluña quedó bloqueada por cientos de manifestantes de ultraderecha que gritaban consignas contra Cataluña y por España. Los ultras concentrados alrededor del pabellón donde se celebraba la “Asamblea por la fraternidad, la convivencia y las libertades” lanzaron luego una botella de agua que golpeó en el pecho a la presidenta de las Cortes de Aragón (el parlamento de la comunidad autónoma), Violeta Barba, aunque sin producirle heridas.

“De momento no podemos salir porque no hay efectivos suficientes de la policía nacional. Están todos buscando urnas y papeletas en Cataluña”, ironizó en Twitter el líder del partido Izquierda Unida, Alberto Garzón. 

También Puigdemont aprovechó el incidente para contrastarlo con las marchas del independentismo catalán: “Años de movilizaciones en Cataluña con millones de personas y sin incidentes. Ejemplo de civismo y pacifismo. En cambio, hoy en Zaragoza...”, escribió en Twitter.