La fiscal Ana Helena Díaz Cano recurrió la sentencia que absolvió al policía Daniel Veyga, quien en 2009 mató a balazos a Jonathan “Kiki” Lezcano y Ezequiel Blanco. Díaz Cano pidió a la Cámara Nacional de Casación que condene a Veyga a la pena que ella misma había solicitado en el juicio, nueve años de prisión, por considerar que los homicidios se cometieron en el marco de un exceso en la legítima defensa. Además, la fiscal también solicitó que la Cámara anule lo actuado y que se sortee la causa para que otro tribunal emita una resolución.

El 8 de julio de 2009, Veyga –por entonces agente de la División Operaciones Urbanas de Contención y Actividades Deportivas– disparó con su arma reglamentaria a los dos jóvenes dentro de su auto, que estaba estacionado ante su casa, sobre el pasaje El Zonda, en Parque Chacabuco. A Lezcano le disparó en la cabeza, a la altura de la oreja; a Blanco, una vez entre las cejas y otra, al costado. Los cuerpos de los dos jóvenes ingresaron a la Morgue Judicial ese mismo día como NN. Recién dos meses después las familias de ambos supieron en qué circunstancias murieron, a pesar de que habían radicado una denuncia en la comisaría 52 por la desaparición. Veyga fue sobreseído en dos oportunidades antes de que la causa llegara a juicio.

Para la fiscal Díaz Cano, el fallo de los jueces Inés Cantisani, María Cristina Bertola y Gustavo González Ferrari incurrió en “contradicciones y discrepancias” al valorar pruebas y testimonios. Puso como ejemplo las diferencias que hubo entre lo que dijo Veyga sobre el momento en el que fue abordado por las dos víctimas y lo que declaró su vecino, quién observó la escena desde la ventana. Ambos dieron versiones distintas sobre quién apuntó primero al policía y de qué manera lo hicieron. Incluso, la fiscal resaltó que el testigo no había mencionado en sus primeras declaraciones el uso de armas en el hecho.