En lo que parece ser más una estrategia publicitaria que una noticia concreta, Scott M. Gimple, máximo responsable creativo de The Walking Dead, se mostró a favor de la posibilidad de que la serie tenga su versión para el cine. "Es una cuestión que suele salir siempre. Estoy seguro de que de una forma u otra, algún día pasará. Y me parece que estaría muy bien", sostuvo en una entrevista con la web ComicBook.

Mientras, sigue cayendo el rating de la serie que supo ser, hasta hace poco, la una de las estrellas mimadas de la pantalla chica. Aunque el debut de la séptima entrega fue un suceso con 17 millones de televidentes, con el correr de las semanas el público comenzó a abandonar su lugar fijo en la platea y para el segundo episodio el número bajó a 12.5 millones de espectadores. La última emisión siguió el descenso, con 11 millones. Eso quiere decir: un 35 por ciento menos que en el inicio de la temporada.

Paralelamente, hace pocos días, Alanna Masterson, actriz que interpreta a Tara en la ficción, tuvo que salir a defenderse del ataque de varios fans que hacían comentarios ofensivos sobre su aspecto. "Queridos trolls de Instagram, 'bodyshamers', hombres  y mujeres que creen que está bien hablar de mi peso: espero no tengan hijos. Y si los tienen, espero que les enseñen sobre amabilidad y aceptación. Espero que sepan que no está bien burlarse de la gente", escribió.

Todo esto en el marco de otra gran polémica con respecto a los roles femeninos en la trama y su poco protagonismo o debilidad con respecto a los varones, sobre todo el de Rick (Andrew Lincoln). Desde el inicio, personajes fuertes y con potencial de primera línea como Lori (Sarah Wayne Callies) o Andrea (Laurie Holden) pasaron a ser chicas en problemas sentimentales que finalmente morían.

Robert Kirkman, creador de la historia, tiene grandes problemas a la hora crear personajes femeninos atractivos y el resultado es un apocalipsis liderado por hombres que, últimamente, viene perdiendo público y trata de recuperarlo de todas las formas posibles. Algunas son buenas, como el nuevo protagonismo de Carol (Melissa McBride) y la humanización de Michonne (Danai Gurira) y otras dudosas, como la vaga intención de hacer una película que no se sabe, no hay certeza ni confirmación de que vaya a suceder realmente.