La industria del cine brasileño envió un mensaje de “solidaridad” con el cine argentino, donde expresa una “profunda preocupación” por los cambios que se quieren implementar en el Incaa. “Las entidades sectoriales brasileñas respetan y reconocen al cine y audiovisual argentino como uno de los más fértiles y creativos en el seno de las industrias creativas alrededor del mundo. Tan fundamental para Argentina y Latinoamérica como lo son las industrias audiovisuales de Brasil, Chile, México, Uruguay, Colombia y tantas otras más que consolidan más y más nuestra identidad, y resisten bravamente a la hegemónica ocupación de nuestros mercados por productos audiovisuales generados en usinas de producción y distribución de los países más ricos”, detallan en el comunicado distintas entidades audiovisuales del país vecino, entre las que se encuentran la Asociación Brasilera de Cineastas, la Asociación de los Productores Independientes de televisión, la Asociación Brasilera de la producción de Obras Audiovisuales y diversos sindicatos del sector. “Sabemos –detallan en la misiva enviada al Incaa y al Ministerio de Cultura de la Nación– que solo seremos capaces de hacer frente a la extrema competitividad de los agentes más poderosos de la industria cinematográfica y audiovisual internacional, si contamos con políticas de Estado sólidas, permanentes y compartidas con la sociedad civil. Para lo cual es indispensable que la actividad audiovisual de nuestros países esté regulada y nuestra industria estimulada y protegida”. En el comunicado, la comunidad audiovisual brasileña reivindica la importancia de políticas de fomento estatal. “En Brasil –ejemplifican– en medio de una crisis económica sin precedentes como la de estos últimos años, nuestra industria audiovisual sigue creciendo más del 6% al año. Esto únicamente se debe a que hay una sociedad civil y un Estado conscientes, que han sido capaces de mantener una regulación adecuada del mercado y apoyo sólido a la producción nacional. No sólo para la generación de películas y series televisivas calificadas como comerciales, sino de todos los géneros y estilos narrativos conocidos, donde tienen especial importancia los productos audiovisuales considerados autorales, que tantos premios internacionales han cosechado para nuestro país”. Por último, las entidades audiovisuales brasileñas buscan “apelar a la sensibilidad de quienes tiene la responsabilidad de conducir la producción audiovisual de vuestro país hacia un destino culturalmente impostergable en común con la nuestra y del resto de Iberoamérica.”