Querido Jeff

He visto por casualidad en el programa de Canal 7 Hurra por Hollywood de esta noche, la pieza sobre Blade Runner. Bueno, para ser honestos, no lo he visto por casualidad; alguien me contó que Blade Runner iba a ser parte del programa, y que me asegurara de verlo. Jeff, después de ver, y especialmente, después de escuchar a Harrison Ford hablar del film, he llegado a la conclusión de que, desde luego, no es ciencia ficción; y no es fantasía; es exactamente lo que dijo Harrisón: futurismo. El impacto de Blade Runner va a ser sobrecogedor, tanto en el público como en la gente creativa, y creo, en la ciencia ficción como campo. Y como llevo escribiendo y vendiendo relatos de ciencia ficción desde hace 30 años, este es un tema de cierta importancia para mí. Debo decir (con toda franqueza), que nuestro campo se ha ido lenta y gradualmente deteriorado durante los últimos años. No hemos hecho nada, individual o colectivamente, que pueda igualar a Blade Runner. Esto no es escapismo; es súper realismo, tan crudo, detallado, auténtico y convincente que, bueno tras esa pieza encuentro que mi realidad normal y actual palidece en comparación. Lo que digo es que todos vosotros podéis haber creado, de forma colectiva, una nueva forma de expresión gráfica y artística, nunca vista hasta ahora. Y creo que ‘Blade Runner’ va a revolucionar nuestro concepto de lo que es la ciencia ficción, y aún más, de lo que puede ser.

Voy a resumirlo de esta manera. La ciencia ficción, lenta e ineludiblemente, se ha conformado con una muerte monótona: se ha vuelto endogámica, derivativa, rancia. De repente, habéis llegado vosotros, algunos de los mayores talentos que existen actualmente,  y nos habéis dado nueva vida, un nuevo comienzo. En cuando a mi propio papel en el proyecto Blade Runner, sólo puedo decir que no sabía que mi obra, o unas ideas mías, podrían ser aumentadas hasta una dimensión tan sorprendente. Mi vida y mi trabajo creativo está justificada completamente por Blade Runner. Gracias… Y va a ser un éxito comercial. Será invencible.

Cordialmente, Philip K. Dick