“Asfixia comunicacional”

Horacio González: “Creo que estamos en un momento de asfixia comunicacional para los disidentes de la cultura. Hay una conciencia de que es por ahí por donde se da la disidencia, poca o mucha que se pueda, por la cultura. Y esa asfixia se logra con instrumentos espúreos y tirquiñuelas jurídicas de la más baja estofa. El objetivo manifiesto es achicar y aislar el campo de expresión, aislarlo. Y vaya si se está achicando, dramáticamente. No hay otra forma de forzar este achique que no sea culturalmente, y de manera organizada”. 

“Si no es libre, no es”

Norman Briski: “La cultura, si no es libre, no es. No tiene que ser simpática, no tiene que poner cómodo, como dice el manifiesto, a nadie. Como dijo Discépolo: No hay ningún gobierno que me diga lo que tengo que hacer. Es el pueblo el pueblo que me dicta lo que tengo que hacer. La cultura tiene que apoyarse en lo que hace su gente. Yo no acuerdo con muchos de los que están aquí en que el Estado tenga que “sostener” a la cultura, tenemos distintas miradas y nos hemos peleado mucho (buenamente) por eso. Pero lo que de ningún modo puede suceder, es que el Estado ponga trabas, entorpezca, o directamente pretenda silenciar a la cultura. Ahí sí que estamos jodidos”.  

“Juntarnos para resistir”

Pompeyo Audivert: Frente a tanto ataque, frente a tanta devastación, frente a todo lo que está pasando casi sin respiro, siento que todos estos actos, los encuentros de este tipo, significan un campo de construcción de contra subjetividad necesario, muy necesario. Nos hacen falta estos espacios, nos hace falta juntarnos para resistir el embate y pasar a la acción. Porque nos quieren hacer creer que la que gana es la cultura del individualismo y del consumismo feroz, que no queda otra posible, y la verdad es que si uno prende la tele, tiende a pensar que efectivamente es así. Creo que nos falta terminar de convencernos de que somos muchos los que pensamos que no, no es así”. 

“Se pretende una  cultura uniformada”

Arturo Bonín: “Si yo no puedo contarle a mi nieto quién soy y de dónde vengo, él no va a saber quién es y de dónde viene. La cultura consiste en eso: en poder transmitirles a las próximas generaciones quiénes somos. Yo siento que hoy eso está en riesgo. No es que no haya cultura: se pretende una sola cultura posible, uniformada, un discurso único. Y eso refleja en todo caso una parte de la cultura, pero de ningún modo refleja quiénes somos”    

“Persecución  contra algunas voces”

Luis Longhi: “Lo que asusta a veces es el panorama comunicacional, esta verdadera persecución contra algunas voces. Es como un gigante contra el que no podemos luchar porque somos como Sísifo, levantando la enorme roca en esa colina y se vuelve a cer, una y otra vez. Si alguna oportunidad tenemos de cambiar ese destino de los dioses, de seguro no va a ser de manera individual”.   

“Destrucción sistemática”

Horacio Peña: “Estamos asistiendo a la destrucción sistemática y veloz de una cantidad de cosas muy valiosas, que costó mucho levantar. El primer ejemplo que se me viene a la mente es el del programa de orquestas y coros infantiles y juveniles, del Ministerio de Educación. ¡Qué maravilloso era! Era la oportunidad muy concreta de un futuro distinto para un montón de pibes, en todo el país. Pude ver un encuentro de cientos de ellos en todo el país, en Tecnópolis; fue emocionante. Bueno, eso ya no está. Dicen que está, pero está desarmado, se mantiene la cáscara. Los que vivimos de alguna profesión que tenga que ver con lo artístico, sabemos que el cambio fue brutal, porque nos afecta directamente, en lo laboral. Pero cualquier ciudadano que quiera verlo, lo puede ver”.

“Santiago Maldonado”

Eduardo Jozami: “La situación actual con la cultura es preocupante y crítica desde cualquier arista que se la analice. Hay desfinanciamiento y vaciamiento de programas, una política de despidos en organismos de cultura, restricciones severísimas a la libertad de expresión. Entonces, por un lado, se hace imposible garantizar el desarrollo de cualquier iniciativa que necesariamente requiera del apoyo del Estado para su desarrollo, en todo o en parte. Y por el otro, lo que es más grave aún: el clima político, el clima general instalado, nos dice todo el tiempo que tenemos que callarnos. Hay que entender que no puede haber cultura en este país, en el total sentido de la palabra, mientras no aparezca Santiago Maldonado, mientras el gobierno no de al menos muestras de estar interesado en encontrarlo”.