Si bien la atribución del Nobel de la Paz a la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) se vio como una victoria para los partidarios del desarme, algunos defensores de la disuasión ven en el galardón una mala señal en un mal momento. Mientras que el presidente estadounidense, Donald Trump, está inmerso en una belicosa escalada verbal con el líder norcoreano Kim Jong-Un, que tiene el arma nuclear, “la decisión de atribuirle el Nobel de la Paz a la ICAN es, por supuesto, apropiada’’, declaró complacido el director del Instituto Internacional de Investigación por la Paz de Estocolmo (SIPRI), Dan Smith. “Hace casi 50 años, con el Tratado de No Proliferación, los Estados poseedores de la bomba nuclear se comprometieron a desarmarse. La resonancia de la campaña ICAN muestra la creciente impaciencia frente al fracaso de ese proceso. Este Nobel es un gran paso adelante para nuestra causa, mientras que nuestra generación nunca ha estado tan cerca de la perspectiva de una guerra nuclear’’, apuntó Kate Hudson, de la asociación británica Campaña por el Desarme Nuclear (CND), socia de la ICAN.

La OTAN, a la que pertenecen tres de las potencias atómicas del planeta, acogió friamente la decisión del jurado del Nobel de la Paz y reiteró su oposición al tratado adoptado este verano, reclamando que se tengan en cuenta las realidades del actual entorno de seguridad. “La OTAN está  comprometida en preservar la paz y crear las condiciones para un mundo sin armas nucleares’’, subrayó su secretario general, Jens Stoltenberg, asegurando “lamentar que las condiciones para llegar a un desarme nuclear no sean hoy más favorables’’. Un escepticismo que también comparten varios expertos en seguridad nuclear. “El tratado de prohibición de armas nucleares es el pacto Briand-Kellogg del siglo XXI’’, declaró Bruno Tertrais, de la Fundación para la Investigación Estratégica (FRS), en alusión a un texto firmado en 1928 por 63 países, incluyendo Alemania, Japón y la Unión Soviética, en el que se comprometían a renunciar a la guerra.