Los padres de Micaela Ortega, la niña de 12 años asesinada en abril de 2016 en las afueras de Bahía Blanca, afirmaron ayer, en el comienzo del juicio oral, que a su hija la mataron porque se resistió a que abusaran sexualmente de ella. Se trata del primer debate oral en el país en el que se analiza un hecho de “grooming”, engaño a menores de edad en redes sociales con fines sexuales. Los padres de la niña consideraron que el único responsable es el imputado, Jonathan Omar Luna, de 28 años, quien se hizo pasar por una chica de edad similar en Facebook, para concertar una cita con Micaela. “Luna decidió cobardemente quitarle la vida, sólo por ser mujer, y ella nada pudo decidir, sólo intentó defenderse como pudo pero no le alcanzaron las fuerzas”, afirmó Mónica Cid, madre de la víctima en una conferencia de prensa realizada poco antes del inicio del juicio. Según Cid, el acusado “la hizo caminar trece kilómetros, la golpeó salvajemente y cuando destruyó su carita, la ahorcó con su propia remera, la ató de pies y manos, la intentó abusar sexualmente y luego le robó”. La mujer consideró que se trató de “un claro femicidio” enmarcado en un caso de “grooming”, y afirmó que ella promueve su “propia campaña” a nivel nacional sobre esa modalidad delictiva para “no permitir ninguna Micaela más”. Luna está acusado de “homicidio calificado por alevosía, violencia de género, comunicación electrónica con persona menor de edad a fin de cometer delito contra la integridad sexual y robo”.