Familiares y víctimas de abusos sexuales en el instituto Antonio Próvolo, de Luján de Cuyo, reclamaron a la justicia mendocina que revoque la prisión domiciliaria a la monja japonesa Kumiko Kosaka, acusada como partícipe de los casos de abusos, y pidieron al Estado que “brinde mayor contención psicológica” a las víctimas, tras la muerte, el viernes pasado, de una ex alumna de ese centro educativo. “Sí o sí queremos justicia. Queremos que todos estén detenidos. Todos estamos sufriendo, todos tuvimos y tenemos mucho miedo”, dijo una ex alumna en conferencia de prensa convocada por el Colectivo por la Restitución de Derechos a Sobrevivientes del Próvolo de Mendoza. El abogado querellante Sergio Salinas denunció que “hay tres psicólogos para atender a más de 100 personas afectadas”. Luego de los más de 25 casos de abuso denunciados fueron detenidos Kosaka, los curas Nicola Corradi y Horacio Corbacho, el monaguillo José Bordón y los empleados José Luis Ojeda y Armando Gómez.