Decenas de miles de personas se concentraron ayer con velas y carteles en Barcelona para exigir la libertad de dos activistas catalanes encarcelados el lunes por sedición en relación con el referéndum independentista, poco después de que la máxima corte de España fallara que la consulta fue inconstitucional.

El Tribunal Constitucional (TC) español resolvió ayer por unanimidad declarar nula e inconstitucional la ley del referéndum aprobada por el Parlamento de Cataluña para convocar la consulta soberanista celebrada el 1º de octubre pasado en la región. La sentencia del TC no fue ninguna sorpresa, en medio de repetidas afirmaciones del gobierno de que el referéndum fue ilegal. El tribunal consideró que la ley invade competencias estatales y “vulnera, entre otros principios constitucionales, la supremacía de la Constitución, la soberanía nacional y la indisoluble unidad de la Nación española”, detalló en un comunicado. 

Líderes de Cataluña desafiaron a Madrid y celebraron la consulta del 1 de octubre pese a que la policía incautó millones de boletas y cerró por la fuerza centros de votación. Quienes apoyan la secesión de España dicen que el triunfo del “Sí” en la consulta dio a los líderes de la región un mandato para declarar la independencia. Decenas de miles de ellos, 200.000 según la policía de Barcelona, volvieron a salir a las calles de la ciudad al caer la noche pese al fallo del TC, acusando al gobierno central de represivo.

Con velas y carteles en sus manos, los manifestantes de desplegaron a lo largo de la céntrica Avenida de la Diagonal de Barcelona para pedir la libertad de los líderes del movimiento independentista catalán Jordi Sánchez y Jordi Cuixart. Ambos activistas fueron enviados ayer a prisión por decisión de una jueza de la Audiencia Nacional de España, que los investiga por sedición en relación con referéndum.

“¡Jordis a casa!”, “¡Libertad!, ¡Libertad!” e “¡Inde- inde-independencia!” fueron algunas de las consignas que proclamaron los manifestantes, que respondieron masivamente a la convocatoria de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Ómnium Cultural, las entidades que presiden Sánchez y Cuixart respectivamente. 

Luego de copar el tramo de la avenida entre Paseo de Gracia y la Plaza Frances Macià, los manifestantes fueron encendiendo poco a poco sus velas, algunas traídas de casa y otras repartidas por los organizadores, que siguen haciendo colectas para financiar los gastos judiciales de los dirigentes que se vieron afectos por el proceso independentista, entre ellos el ex presidente catalán Artur Mas. 

La concentración estaban repleta de carteles con mensajes como “Libertad Jordis, presos políticos del Estado español”, “Los queremos en casa”, o “Help Catalonia, Save Europe” (Ayuden a Cataluña, Salven a Europa). “Queremos que se reconozca la represión del Estado español, que está actuando como un régimen dictatorial. La Justicia española no tiene credibilidad, acata las órdenes de un gobierno represivo que perdió todos los escrúpulos”, dijo el manifestante Juan Flores, de 66 años.

“Sabemos que los Estados de la Unión Europea no hacen caso a las reivindicaciones de Cataluña, por eso apelamos a los ciudadanos europeos que quieren una Europa representativa de la ciudadanía, la que lucha contra la elite financiera”, añadió este catalán que iba acompañado de su esposa.

“El cuerpo me pide actuar igual que ellos, a lo bestia, pero la cabeza me dice que hay que tener paciencia, ser cívicos, pacíficos, y dejar las decisiones en manos del gobierno, que tiene más información, y sabe cuándo es mejor declarar la independencia”, sostuvo Silvia Gracia, otra manifestante, de 50 años. Silvia cree el gobierno español es “capaz de cualquier cosa, hasta de enviar al ejército, como parte de su política del miedo, pero no se dan cuentan que somos una gente muy unida y tenemos muy claro nuestro objetivo”. 

La decisión del lunes de la jueza Carmen Lamela de encarcelar a Sánchez y Cuixart generó más tensión social en Cataluña, donde de inmediato se convocaron protestas. Al mediodía, centenares de personas se concentraron de forma pacífica frente a sus puestos de trabajo en distintas ciudades de Cataluña, con Barcelona, la capital regional, a la cabeza. El presidente catalán, Carles Puigdemont, junto con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, encabezaron la concentración en la céntrica plaza Sant Jaume de la ciudad, donde se desplegó una pancarta con el lema “En Defensa de los derechos y libertades” y se escucharon gritos como “¡Presos políticos, libertad!”. 

En Madrid, delante del Congreso de los Diputados, se concentraron los diputados independentistas catalanes del PDECat, los independentistas vascos de Bildu y los de los partidos de izquierda Unidos Podemos y Compromís. 

En el Parlamento Europeo, en Estrasburgo, Podemos lideró una concentración “contra el encarcelamiento de las ideas”. El ingreso a prisión sin fianza de Sánchez y Cuixart es una medida judicial extrema, que tiene indudables repercusiones políticas en el conflicto de secesión de Cataluña, que se encuentra bloqueado en el plano político. 

El jueves vence el plazo que el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, dio a Puigdemont para que responda a su requerimiento de que aclare si declaró la independencia, tras no hacerlo este lunes, y revierta esa decisión para evitar una intervención del gobierno central en Cataluña al amparo del artículo 155 de la Constitución española. Puigdemont envió el lunes una carta a Rajoy antes de que expirara el primer plazo, pero evitó responderle si había declarado la independencia y, en cambio, ofreció abrir un período de dos meses de diálogo para abordar una solución acordada del conflicto, algo que Madrid rechazó de plano por enésima vez tras insistir en que sólo negociará dentro del marco constitucional. 

“¿Quieren sentarse? ¿Quieren que hablemos?, esa será nuestra respuesta, no diremos nada diferente a lo que dijimos el lunes”, aseguró ayer el vocero del Ejecutivo regional de Cataluña, quien insistió en que el compromiso del gobierno catalán con la independencia es “irrenunciable”. 

Los anticapitalistas de la CUP (Candidatura de Unidad Popular), socios del gobierno catalán, dijeron hoy que el parlamento regional podría proclamar “en los próximos días” la independencia. En este marco, las organizaciones independentistas aseguran que están preparadas para una “escalada de la movilización”. “Por más que encarcelen a nuestros dirigentes siempre habrá gente que tome el relevo, esto es imparable” advirtió  Agustín Acoberro, vocero de la ANC.