Alexander Van der Bellen ganó la repetición del ballottage presidencial en Austria con el 53,6 por ciento de los votos. El candidato ecologista independiente frenó el ascenso ultraderechista europeo en su país, encarnado en este caso en Norbert Hofer, quien obtuvo el 46,4 por ciento de los votos. “Los resultados de estas elecciones son una señal de que mis posiciones proeuropeas son compartidas por la mayoría de los votantes”, declaró el ganador en declaraciones a la televisión pública austríaca ORF, luego de conocerse los resultados. Hofer asumió la derrota vía Facebook y felicitó a Van der Bellen por su éxito. “Pido a todos los austríacos que sigan unidos y trabajen juntos. Todos somos austríacos, no importa cómo hayamos votado en las urnas”, señaló el candidato del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ). 

La primera votación, celebrada el 22 de mayo, en la que el líder ecologista se alzó con la victoria por un estrecho margen, fue invalidada por el Tribunal Constitucional, a pedido del Partido Liberal de Hofer, ante irregularidades formales en el recuento de los votos por correo. Ayer, por segunda vez, millones de austríacos votaron entre Hofer, líder de un partido neonazi y referente de la extrema derecha del país, y Van der Bellen, un candidato independiente y ex dirigente del Partido Verde. 

Si bien en la previa los sondeos daban un duelo cerrado como en el primer y fallido ballottage, cuando Van der Bellen ganó por 31.000 votos, los resultados volvieron ayer a serle favorables, pero con mucha más contundencia ante la posible amenaza derechista.

El mandatario electo remarcó que el mayor interés para Austria, para los trabajadores y el empleo, es ser “un miembro importante y que coopera de forma positiva” con la Unión Europea. Y dijo que la elección fue una buena señal a las capitales de la UE de que se pueden ganar elecciones con un mensaje proeuropeo. “Quiero acercarme de forma activa a los electores del FPÖ que tienen miedos genuinos, que deben ser tomados en serio”, afirmó Van der Bellen, quien triunfó con más de 2 millones de votos. 

De profesión economista, Van der Bellen es dueño de una retórica cargada de ironía y su condición de intelectual de izquierda, abierto a la llegada de refugiados y partidario del matrimonio homosexual, le abrió las puertas a la presidencia del estado alpino centroeuropeo. 

Hofer, ingeniero aeronáutico de 45 años, hizo una fuerte campaña con la idea de hacer un Brexit a la austríaca –ya llamado “Oexit” por su nombre del país en alemán Österreich– y consultar sobre la permanencia de Viena en el bloque. Con su sonrisa siempre impresa, explotó en sus discursos el malestar de los austriacos ante el arribo de 120.000 refugiados en menos de dos años, en un país de 8,5 millones de habitantes.