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Tras la muerte de Federico Luppi

Habrá más penas pero no olvido

Actor enorme, tipo recio, áspero pero querible, su faceta más explotada fue la visceral, pero además del tono enérgico que les imprimía a sus personajes también demostraba sostener un envidiable discurso, que lo ponía en práctica con cada libreto que los grandes directores argentinos, con quienes trabajó, elegían para sus papeles.

(Alberto Martín/EFE)

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