El primer ministro francés, el socialista Manuel Valls, anunció su dimisión para entrar en la carrera por la presidencia en 2017. "De acuerdo con el presidente de la República renunciaré a mi cargo a partir de mañana", adelantó Valls en Évry, en el sur de París, terminando así con semanas de especulaciones sobre su posible candidatura, después de que el presidente del país, el también socialista François Hollande, renunciase la semana pasada a presentarse a la reelección.

El Partido Socialista celebrará en enero primarias en dos rondas para elegir a su candidato a los comicios presidenciales, que tendrán lugar en abril y mayo del próximo año. Valls, de 54 años, quien representa a un socialismo liberal, necesita el apoyo del ala más radical del partido, por lo cual advirtió, desde Évry, localidad de la que fue alcalde hasta 2012, que su candidatura "es una candidatura de reconciliación".

Aquel mismo año se convirtió en ministro de Interior con Hollande y dos años después pasó a ser primer ministro. Otros siete políticos anunciaron ya su candidatura a las elecciones primarias socialistas, entre ellos el ex ministro, Arnaud Montebourg.

El candidato socialista que surja de las primarias se enfrentará al conservador François Fillon, quien venció en primarias al ex presidente Nicolas Sarkozy, y a la ultraderechista Marine Le Pen, del Frente Nacional, quienes ahora mismo en las encuestas parten como favoritos. La izquierda se mostró dividida en los últimos tiempos. Prueba de ello es que el ex ministro socialista Emmanuel Macron se presentará directamente a las presidenciales con su nuevo partido, "En Marche!", al que no quiere definir "ni como de derechas ni de izquierdas". También quiere optar a la presidencia sin pasar por el filtro de las primarias socialistas el político de izquierdas Jean-Luc Mélenchon. Cuando la semana pasada Hollande renunció a presentarse como candidato, argumentó que no contaba con suficiente apoyo entre los suyos y que no quería aceptar una división de la izquierda. El presidente asumió las consecuencias de su escasa popularidad y su cada vez mayor aislamiento. Tras la renuncia de Valls, Hollande tendrá que buscar a un nuevo premier para los últimos meses de su mandato. Los medios franceses barajan como posibles candidatos al ministro de Interior, Bernard Cazeneuve, al de Economía y Hacienda, Michel Sapin, y al portavoz del Gobierno, Stéphane Le Foll, todos cercanos a Hollande.