“¿Los vas a entrevistar? Podés decirles que Peter Hook dice que son una mierda. Preguntales por qué se hacen llamar New Order cuando obviamente no lo son”, arremete Peter Hook a través del teléfono así, en tercera persona, para dejar bien clarito desde el arranque de la entrevista que las cosas entre sus exsocios musicales y él lejos están de solucionarse. La historia es conocida: el 4 de junio de 1976, en el Lesser Free Trade Hall de la ciudad de Manchester, los Sex Pistols dieron un show que más tarde se convertiría en algo así como el “yo los vi tocar en Cemento para diez personas” más importante de la historia del rock. A ese fundacional concierto asistieron, entre otros futuros notables, Peter Hook y Bernard Sumner quienes, luego de exponerse a la contundente experiencia punk rocker, decidieron armar su propio grupo. Entonces vino el anuncio buscando cantante, la incorporación de Ian Curtis y el nacimiento de Joy Division, banda que, tras el suicidio del frontman en 1980, se transformó en New Order. Hook, Sumner y el baterista Stephen Morris tocaron juntos treinta años, hasta el alejamiento del bajista en 2006, precisamente después del primer show que dieron en la ciudad de Buenos Aires.

Lo cierto es que, desde la separación, sus caminos tomaron rumbos opuestos: mientras los New Order restantes apuntaron al futuro y siguieron editando nuevo material (su último disco, Music Complete, es de 2015, y lo presentaron en Buenos Aires hace una semana), Hook formó The Light, banda con la que, desde 2010, se dedica a traer al presente la música de su pasado, a partir de una serie de shows conceptuales en los que aborda los primeros discos de Joy Division y de New Order completos. Pasaron Unknown Pleasures y Closer; pasaron Movement y Power, Corruption & Lies, y el próximo jueves en Niceto Club (Niceto Vega 5510) será el turno de las dos ediciones de los compilados Substance. “Me separé de New Order por su ausencia de pasión y de empatía no sólo con la música sino con los fans. La mayoría de nuestras canciones fueron ignoradas por tanto tiempo que al tocarlas ahora se sienten como nuevas. Una de las grandes frustraciones que tuve con New Order era que tocábamos el mismo set una y otra vez, y era tremendamente aburrido. No importaba cuánto me quejara, eso no iba a cambiar. En este tour con The Light, por ejemplo, tocamos ‘Warsaw’ y ‘Leaders of Men”, y el público enloquece. Es muy triste darte cuenta de que dos de las personas que las escribieron piensan que no tienen valor o no tienen lugar. Por eso, es hermoso poder volver en el tiempo y desempolvar todas estas canciones”, explica Hook a propósito de esta decisión revisionista que, según su opinión, no tiene nada que ver con la nostalgia.

–En entrevistas anteriores, usted contó que el sonido característico del bajo en Joy Division en realidad fue consecuencia de tocar con equipos de mala calidad. 

–¡Y es verdad! El punk era una actitud muy diferente, una reacción contra la música exageradamente técnica de los ‘70. Se trataba de volver a lo simple y también de volver la escena más llana. Cuando veías a los músicos del estilo de Led Zeppelin o Deep Purple, resultaban muy precisos y a la vez completamente remotos. No había conexión con el público. El punk fue un movimiento de la clase trabajadora, un movimiento con los pies sobre la tierra, con el que podías sentirte representado. Entre el público y los músicos había un sentimiento familiar. Esa cercanía se vivía también en lo que tenía que ver con la técnica: como no era muy difícil de tocar, podías sentirte parte inmediatamente.

–¿Cree que una revolución musical como el punk rock puede volver a pasar?

–¡Debería! Deberíamos tener una revolución musical cada año. Internet debería favorecer a que eso pase, pero no sucede. No sé por qué, y es una pena.

–La música es muchas veces considerada un reflejo de una sociedad en un momento y un lugar. ¿Qué lectura tienen las canciones de finales de los ‘70 o principios de los ‘80 en 2016?

–Nosotros éramos muy jóvenes y estábamos involucrados en temas políticos. Eramos independientes de la movida musical, queríamos ser todo lo fieles a nosotros mismos que pudiéramos. Y eso funcionó para Joy Division y New Order con Factory Records. Desafortunadamente, es imposible competir con las grandes compañías. Entonces, Factory Records quebró y nosotros nos convertimos en tan sólo otro grupo más en una de esas grandes compañías disqueras. En la medida en que vas envejeciendo, es muy difícil mantenerte firme con tus convicciones. Algunos pueden, pero la mayoría no. Y nosotros nos fuimos convirtiendo más y más en entretenedores. No creo que eso sea algo malo, de todos modos. Son los jóvenes los que tienen que cambiar el mundo, ¡no yo, a los 60! A mí ya no me interesa. Es el momento de que los jóvenes tomen el control. Todo lo que hago es recordarles los logros que nosotros obtuvimos y lo que es posible de conseguir cuando ponés tu mente y tu cuerpo para lograrlo.

–En  la canción “Insight”, un verso dice “Recuerdo cuando era joven”. Pero son diferentes las formas diferentes toma en la voz de un Ian Curtis de 23 años o un Peter Hook de 60...

–Me parece que Ian se refería a su niñez. Ahora, esa letra puede referirse a la infancia de Ian, a la mía, a mi juventud, mi adultez... ¡y ahora a mi vejez! Supongo que con el tiempo va refiriendo a cada vez más cosas. Las letras de Ian Curtis eran absolutamente maravillosas y lo que más me gusta de cantar “Insight” es cuando el público canta conmigo. Es una hermosa conexión.

–¿Una banda como Joy Division podría ser posible en estos tiempos?

–No lo sé. De todos modos, no estoy tratando de ser Joy Division. Simplemente, trato de celebrar la música fantástica que Joy Division hizo. Joy Division en vivo era muy diferente de cómo sonaba en los discos. Nunca intentaría ser algo que no soy. No como bloody New Order.

–¿Cómo ve el presente del rock?

–Lo que pasa en el presente es que la gente tiene muchas opciones. Internet es muy buena en eso de llevar todo a todos: lo que quieras, en el living de tu casa, a un click de distancia. Desafortunadamente, Internet no tiene un control de calidad, entonces, todavía necesitamos a periodistas de música que escuchen todo y que separen todo lo malo (ríe). En estos días, poder seleccionar lo que es realmente bueno es un trabajo tremendamente difícil. En el pasado, tenías sólo las bandas de tu zona. Ahora, ustedes, los periodistas, tienen todas las bandas del mundo disponibles. ¡El trabajo difícil es el suyo, no el mío! Yo tuve la fortuna de estar involucrado en dos grupos que tuvieron mucha influencia en la música, inclusive, en la de la actualidad. La mayoría de las bandas occidentales suenan como Joy Division o como New Order. Siento la influencia de nuestra música en muchas bandas y lo siento como un cumplido.

–Habló del pasado y del presente, ¿qué pasa con el futuro?

–Lo que espero del futuro es una jubilación temprana (ríe). Es muy extraño. En 2010 empecé a tocar los discos de mi catálogo. Los que estamos tocando ahora son el octavo y el noveno. Todavía me quedan cuatro, quizá seis para tocar en vivo. Así que, quizá luego de que eso ocurra, me ponga a escribir nuevamente. Soy consciente de que volver sobre el material viejo me detiene de generar nuevo. Pero, honestamente, la mayoría de nuestras canciones fueron ignoradas por demasiado tiempo, así que estoy trabajando para sacarlas nuevamente a la luz.