En enero, la balanza comercial argentina fue superavitaria por 797 millones de dólares, el dato más favorable para este mes desde 2021, informó Indec. Las exportaciones sumaron 5.398 millones de dólares, lo cual representó una mejora del 9,6 por ciento respecto a enero de 2023: si bien los precios de las commodities disminuyeron, los volúmenes despachados mejoraron tras la sequía. No obstante, las ventas externas de productos industriales cayeron en todos los rubros, excepto el automotriz. Por el lado de las importaciones, totalizaron 4.601 millones de dólares, el menor valor para enero desde el año 2021 y anotaron una caída de 14,3 por ciento interanual, con bajas en todos los usos excepto en los vehículos importados.

La profunda crisis económica local y la histórica caída del poder adquisitivo de los ingresos están generando el tradicional efecto expansivo de la balanza de pagos: se comprimen las compras externas por caída de la demanda al tiempo que mejora el saldo exportable y con ello las ventas al exterior. Pero además, hay un fuerte componente asociado a la recuperación de la cosecha tras la sequía.

Las exportaciones se incrementaron en todos los rubros, excepto las manufacturas de origen industrial (MOI). El 65 por ciento del total exportado correspondió a productos primarios y manufacturas de origen agropecuario: pese a que los precios en ambos rubros están deprimidos (5,8 y 11,4 por ciento por debajo de enero de 2023 respectivamente), las cantidades vendidas se recuperaron, dejando atrás el impacto de la sequía del año anterior (63,7 y 16,6 por ciento mejoraron los volúmenes exportados respectivamente).

En valores, las exportaciones de productos primarios crecieron 55,4 por ciento y las MOA, un 3,1 por ciento versus enero de 2023. Se destacaron los despachos de trigo, maíz y harina y pellets de soja con tendencia al alza, mientras se exportó menos aceite de soja en la comparación interanual.

Las manufacturas industriales sumaron 1.227 millones de dólares, esto es 15,6 por ciento menos que en igual mes de 2023, y anotaron tanto una caída en los precios como las cantidades de exportación (10 y 5,5 por ciento respectivamente). Mientras las ventas de vehículos mantuvieron una tendencia al alza, se vendieron menos metales preciosos –plata y oro- con fines no monetarios, entre los rubros más relevantes.

Otros sectores relevantes como químicos, plásticos, papel y cartón, metales comunes y material eléctrico también mostraron caídas homogéneas. Combustible y energía anotó un aumento del 10,3 por ciento en valores: los precios retrocedieron --al igual que en el caso de las commodities agrícolas-- pero las cantidades se incrementaron (15,4 versus 31,2 respectivamente).

Las importaciones retrocedieron en todos los usos, en línea con el bajo dinamismo de la producción industrial, a excepción de las compras de vehículos importados. Desde febrero de 2023, las compras al exterior caen mes a mes y hay detrás de ese comportamiento diversas explicaciones: el freno inducido por la política del gobierno anterior también afectó los niveles de compras.

En enero de 2024 se registró una caída en bienes de capital, bienes intermedios, piezas y accesorios y bienes de consumo que se explicó por menores cantidades compradas, únicamente en el caso de bienes intermedios las cantidades crecieron pero el efecto negativo de los precios fue predominante (5,5 por ciento versus 11,2 por ciento). Las compras de combustibles y lubricantes también disminuyeron (52,7 por ciento por menores volúmenes comprados y 11,8 por el efecto precio). Contrariamente, aumentaron las compras de vehículos finales (77,1 por ciento medidas en valores).

En concepto de flete por importaciones Argentina pagó 112,6 dólares por tonelada adquirida, un valor que representó una merma del 21,5 por ciento respecto a enero de 2023. Este precio viene en bajada desde noviembre de 2022, tras el brutal aumento durante la pandemia.